Schuster, un líder irritado

En el mundo de Schuster el único que puede opinar sobre fútbol es Schuster. Los demás, los que se atreven a hacer preguntas o aclarar algunos conceptos, buscan debates "para pasar las tardes". El técnico del Madrid no soporta que se le pregunte por el juego de su equipo. Cambia de discurso tan rápidamente que, a veces, da la impresión de que padece problemas de memoria. Y cuando saca pecho lo hace para decir que en los últimos tres años el Madrid no había jugado tan bien.

El domingo, en el estadio del Levante, apareció en la rueda de prensa asegurando que se tenía que conformar: "Me voy contento por la victoria, por cómo se ha conseguido. Porque hemos sufrido y esto también es propio de equipos grandes, con entrega y carácter. Me gustaría que jugáramos mejor, pero me tengo que conformar". Ayer, dos días después de aquella comparecencia, se presentó en Valdebebas diciendo que de mal juego, nada de nada. "Me gustaría que algún día se vieran bien las cosas. Contra el Levante no vi ningún juego pobre ni malo. Vi un partido disputado en el que fuimos mejores y ganamos por dos goles a cero. Hay que ser objetivos con nosotros también, no sólo con los rivales. La envidia es muy mala", espetó sin aclarar quién había cometido uno de los siete pecados capitales.

"¿Jugar bien? ¿De qué estáis hablando?", replicó a los medios

Raúl descansa hoy y Pepe no entra en la convocatoria por un problema en el tendón

Schuster se está convirtiendo en un técnico resultadista. Y no le gusta, claro. Marcha líder, sí, con siete puntos de ventaja sobre el Barça, pero el juego del equipo ha estado por debajo de las expectativas, sobre todo si son las que fijó el presidente, Ramón Calderón, en julio: "Queremos alcanzar la excelencia". Al técnico alemán la sola palabra le provoca alergia. Ayer anunció cuáles son los principios sobre los que se apoyará el equipo en la segunda vuelta: "Ser muy efectivos, intentar llegar primeros, mantener las distancias con los rivales, dar la sensación de que tenemos las cosas controladas y no encajar goles como hemos estado haciendo hasta ahora".

¿Jugar mejor no entra en sus planes?, le preguntaron. El alemán empezó a echar humo. "¿Jugar bien? ¿Pero de qué estáis hablando?", se dirigió a los medios de comunicación. "Yo entiendo que tengáis que pasar las tardes con algún que otro debate, pero solamente viendo la alineación todos se pueden dar cuenta de que somos un equipo ofensivo", adujo. Le faltó levantarse y acercarse a la pizarra de la sala de prensa para dibujar esquemas. "Somos el equipo más goleador de la Liga y el segundo menos goleado después del Barça. No quiero dar más números por si alguien sale de aquí enfermo. Estoy supersatisfecho con el trabajo que hemos hecho. Sería una barbaridad si no lo estuviera. Además, tenemos un margen de mejora muy amplio", explicó antes de concluir su arenga: "No entiendo de qué habláis. En los últimos tres años no se había visto partidos como los de esta temporada".

Schuster se apoya en los números del equipo. Razones tiene porque el Madrid es el mejor campeón de invierno de los últimos 40 años. Es sólido, compacto, sabe cerrar cualquier partido. Y eso que es el conjunto más rematado de la Liga. "Me gustaría que un día de éstos sacarais datos sobre nuestros remates y no sólo sobre los de los rivales", repite desde el partido contra el Zaragoza.

Hoy le espera el Mallorca en los octavos de la Copa (2-1 en la ida). Y, ya puesto, también polemizó con las declaraciones de Gregorio Manzano, quien dijo que en el Bernabéu se enfrentaría a dos adversarios: al Madrid y al árbitro. "Ojalá sea así. Ojalá nos den dos penaltis y nos clasifiquemos", ironizó el alemán, que también tiene tendencia a hablar sobre los árbitros. "Cuando entrenaba a equipos pequeños, nunca recurrí a estos argumentos. Supongo que es la táctica que hay que utilizar cuando se juega contra el Madrid. No me molesta, pero no me gustan los tratos diferentes. A mí me abrieron un expediente y aquí estamos de risitas", se quejó.

Esta noche tendrá que volver a cambiar el eje defensivo. Pepe no se ha recuperado de un problema en el tendón de Aquiles y Sergio Ramos acompañará a Cannavaro en el centro de la zaga. Raúl descansará y no ha entrado en la convocatoria, por lo que, por primera vez esta temporada, Van Nistelrooy ha sido reclutado para un partido de la Copa. Tampoco estará Casillas, que en este torneo deja su puesto al polaco Dudek.

Schuster: "Yo no he visto ningún juego pobre, la envidia es muy mala"