Marcha atrás de Lotina

Miguel Ángel Lotina ha reculado en tres días. El sábado anunció la decisión "firme" de que Aouate y Munúa no volverían a defender la portería del Deportivo por una pelea en el vestuario que se saldó con ocho puntos de sutura en el ojo izquierdo del primero. Ayer dio marcha atrás: "Los capitanes me han convencido. Les doy una semana de plazo para que se comporten como profesionales responsables, como personas adultas, y resuelvan sus diferencias. Para que se vuelva a la normalidad tienen que hablar entre ellos y pedir perdón a la plantilla y a la afición".

Fue un día de locos. La hinchada daba por descontado el despido de los dos porteros, pero en el Depor puede pasar de todo. El técnico vasco se reunió por la mañana con los cuatro capitanes (Manuel Pablo, Sergio, Valerón y Coloccini), que le transmitieron su deseo de reincorporar a sus compañeros en un momento tan delicado. Por la tarde, la cita en la sede del club fue con los implicados y por separado. El presidente, Augusto César Lendoiro, que se hallaba en su despacho, no asistió al encuentro con los jugadores.

Tras exponer su punto de vista, Munúa pidió perdón "a Aouate, a los compañeros y a la afición" e insistió en que está avergonzado por su comportamiento. El uruguayo también desdijo la versión del israelí al afirmar que se encararon los dos durante unos diez segundos. Munúa confía en que Aouate acepte sus disculpas

A su vez, Aouate escuchó a Lotina durante 40 minutos. Luego, se limitó a decir que meditará su decisión.

Lendoiro se escapó a la carrera para regatear a los periodistas.

En el Deportivo, el peso de Coloccini, amigo de Munúa, se agiganta tanto dentro del campo como en el vestuario.

Lotina readmitirá a Aouate y Munúa si arreglan sus diferencias