Lo de Pau tiene mucho mérito
Sí. Mucho mérito. No pienso dar coba a nadie y menos a Pau Gasol, que no la necesita en absoluto. Trato de ver el asunto con objetividad. Y constato eso, que tiene mucho mérito, muchos bemoles. Siendo de largo el mejor de la plantilla de los Grizzlies, no recibe tantos balones como creo que merece. Y se está siendo un poco injusto con él. Tal vez sea porque nos tiene a todos muy bien acostumbrados. Siempre suele salirse o, cuando menos, alcanzar un nivel soberbio. Y, cuando no, ya hay quien le espera para pegarle un palo. Pese a todo, está logrando unos números muy buenos en un equipo que no está funcionando como esperaba.
El partido en el que anotó 43 puntos, ante Golden State no descubre nada, pero viene a darle un espaldarazo. También sirve para rebatir las críticas de cierto sector de la prensa. Una vez más, demuestra su gran personalidad y su fuerza interior para superar las situaciones más adversas. Además, en un contexto difícil, cuando desde hace ya al menos una temporada y media que se está mareando la perdiz, hablándose un día sí y otro también sobre su traspaso a otro equipo. Es complicado estar centrado en ese ambiente. Lo sé por propia experiencia. Cuando estaba en el Unicaja, empezó a rumorearse ya en abril que iba a venir a la NBA. Automáticamente, pasas del tema, lo archivas y tratas de centrarte en tu equipo, en los partidos, en tu juego. Pero no dejan de machacarte desde todos los lados y resulta difícil evadirse. Por ejemplo, con el Unicaja empezamos los play-offs y la mitad de las preguntas se referían a la NBA. Me parece una falta de respeto. Encima, en el caso de Pau, un grupito minoritario de los 15.000 que van a verle al FedexForum se dedica a hacer ruido en su contra. En fin, Pau ha salido de situaciones mucho peores. Siempre se supera. Sus 43 puntos no hicieron más que ratificarlo.
El partidazo de Pau coincidió con una actuación estupenda de Juan Carlos Navarro. Sigue demostrando su grandísimo nivel. Es cierto que había encadenado algunos partidos sin anotar o con pocos puntos, pero en todos ellos había jugado poco. Además, es normal que en tu temporada como rookie notes que la confianza de los entrenadores en ti está cogida con pinzas. Tienes menos margen de error. Pero Juan Carlos, al igual que Pau, es un tipo muy constante, que no se viene abajo y no se asusta y que siempre saca a relucir su tremendo talento.
A la hora de escribir estas líneas, mi equipo, los Raptors, estaba a punto de enfrentarse a los Blazers de Portland, de Sergio Rodríguez. Lo suyo también es admirable. Está haciéndose un hueco en uno de los mejores equipos del campeonato a pesar de todas las dificultades que se ha encontrado en el camino. No hay que olvidar que, cuando empezó la temporada, llegó a hablarse de que podía ir a la Liga de Desarrollo. No contaban mucho con él. Pero consiguió abstraerse y ha aprovechado cada uno de los minutos en la cancha que le han brindado.
Sergio no ha perdido nada de su frescura y su descaro en el juego al tiempo que se ha superado en la defensa. Es lo primero que exigen aquí los entrenadores, sobre todo a quienes salen del banquillo. Los Blazers cuentan con dos bases, Blake y Jack, a los que su técnico, Nate McMillan, concede muchos más minutos. Pero como si nada. Sergio ha asumido su papel y, cuando sale a la pista, brilla y lo agradecen especialmente algunos de sus compañeros más importantes en el equipo, como Outlaw y Aldridge. Demuestran una conexión especial, se nota que se divierten y Sergio continúa superándose cada día y obligando a McMillan a tenerle muy presente. Todo eso, en un equipo que está cuajando una temporada estupenda. Bravo por Sergio.
