El imbécil de su cuñado
Imagine por un momento que en estas pasadas fiestas su cuñado, por poner un ejemplo, le hubiese propuesto invertir los ahorros de toda la familia en un negocio ruinoso que además implicase riesgos para la salud de los futuros clientes. Con toda seguridad se organizaría una de las tradicionales tanganas familiares que en estos días han salpicado la geografía ibérica.
La idiotez de su pariente es, lamentablemente, un síndrome más extendido de lo que pudiera sospecharse. De hecho, lo que su cuñado quiere hacer lo están repitiendo empecinadamente muchos de los gobernantes que padecemos. El negocio ruinoso es el de las estaciones de esquí.
En el fragor de la pelotera, su cuñado confesaría al fin la razón última de su descabellada propuesta: contentar a su jefe, un potentado constructor que una vez ha desguazado la costa con preciosas urbanizaciones, ahora pretende hormigonar las montañas. ¿Qué mejor que engatusar al personal con la zanahoria del esquí?
Sobre la "rentabilidad" de los complejos invernales basta con revisar algunos datos. Un reciente informe del Consejo Económico y Social de Asturias subraya que las estaciones de esquí no son rentables en la región; las estaciones leonesas de Leitariegos y San Isidro pierden anualmente una cantidad aproximada de dos millones de euros; Fuentes de Invierno, la flamante estación asturiana inaugurada en 2007, apenas ha podido abrir unas horas a lo largo de casi un año por la ausencia de nieve; La Covatilla, en Salamanca, tiene un oscuro panorama, como todas las del Sistema Central... Claro, ¿cómo no haber caído antes en lo que se nos viene insistiendo sobre el cambio climático?
Bueno, al menos el esquí será una práctica saludable y apacible... pues no, eso tampoco. Un estudio del doctor Aleix Vidal, médico especializado en lesiones de esquí, señala que los accidentes son frecuentes y muchas veces graves. Sus datos se basan en un trabajo realizado durante 14 temporadas en dos estaciones, una de ellas la de Baqueira Beret. En Andorra, según datos de su Ministerio de Industria, se registran anualmente unas 5.000 evacuaciones de esquiadores por accidentes de diversa naturaleza.
En España la mayor parte de las estaciones no hacen público su registro de accidentes, faltaría más. De acuerdo con datos del hospital Clínico de Barcelona, la incidencia de lesiones se sitúa entre dos y tres por cada mil esquiadores al día. Esto significa que en estaciones como Sierra Nevada o Baqueira Beret puede haber hasta 20 lesionados graves cada jornada. Por no hablar de tragedias mayores que se repiten cada año, como la sucedida recientemente en Formigal que acabó con la vida de tres personas sepultadas por un alud.
Si todo ello no fuera suficiente, se sabe que los complejos invernales suponen un grave e irreparable impacto sobre el medio natural, pero esa es otra historia. En fin, que tiene usted toda la razón: su cuñado es un imbécil.
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