La Copa da pereza al Madrid
El Mallorca, mucho más intenso, supera al conjunto de Schuster, que se tomó el partido con desapego
Con total distensión y de forma funcionarial, el Madrid tramitó en Palma un partido que le resultó empachoso desde el calentamiento. La Copa, pese al deseo de Casillas y pocos más, no es un campeonato atractivo para el Madrid, que lo tiene como una cuestión terciaria, intrascendente. Lo mismo da que Schuster envide con algunos titulares de rango superior, como Pepe, Ramos, Raúl o Robinho. El equipo sufrió ante el Alicante y gripó frente a unos cuantos reservas del Mallorca que se tomaron el encuentro con mayor voltaje que su adversario. El grupo de Manzano toreó al líder de la Liga de principio a fin. Le bastó con tomarse medio en serio la cita.
A excepción del soberbio golazo de Higuaín, el Madrid sólo dejó huellas inquietantes. Sus defensas jugaron con tal desapego que concedieron todos los remates posibles. No hay forma de que los madridistas aprueben en las jugadas a balón parado. En todas le disparan las alarmas, como en la que propició el gol de Trejo, un premio justo para el único equipo que tenía interés. Antes de la diana de Trejo, Pepe y Torres ya habían puesto en apuros a Dudek, al que cedieron dos veces la pelota sin advertir la presencia de rivales en la línea de pase. Otra prueba más del desaire madridista, que si no tuvo mayor castigo fue por varias paradas meritorias de Dudek y la complicidad de Delgado Ferreiro, un pésimo árbitro que se empeñó en no pitar dos penaltis favorables a los baleares, uno del portero polaco sobre Trejo -lesionado tras la jugada- y otro de Salgado sobre Borja.
MALLORCA 2 - REAL MADRID 1
Mallorca: Moyà; Héctor, Ballesteros, Ramis, Fernando Navarro; Varela, Basinas, Tuni (Jonás, m. 69), Borja Valero; Víctor (Ibagaza, m. 72) y Trejo (Arango, m. 37). No utilizados: Lux y Molinero.
Real Madrid: Dudek; Salgado, Sergio Ramos, Pepe, Torres; Snejder (Balboa, m. 66; Drenthe, m. 72), Gago, Guti; Higuaín, Raúl (Saviola, m. 66) y Robinho. No utilizados: Codina y Marcelo.
Goles: 1-0. M. 23. Trejo, libre de marca tras un córner sacado por Borja. 1-1. M. 24. Higuaín, de gran volea. 2-1. M. 49. Arango marca de disparo raso desde fuera del área.
Árbitro: Delgado Ferreiro. Amonestó a Basinas, Varela, Guti y Héctor.
Unos 17.000 espectadores en el Ono Estadi.
Al equipo de Manzano le bastó con tomarse en serio la cita para torear a su rival
El medio campo madridista, el que jugará sin Diarra, fue un fiasco
Despistada la defensa, el medio campo del Madrid, el que se prevé titular mientras Diarra no regrese de la Copa de África, resultó un fiasco. No hubo pistas de Guti, todas malas de Gago y Sneijder fue Sneijder, ese holandés al que tanto cuesta encontrar en algún partido. Su caso es un misterio. Su juego es del todo irrelevante, no pesa en nada, no cuaja. Llegó como el líder del Ajax, pero en Madrid sólo es un figurante, un intruso. Tampoco mezclaron Gago y Guti. El argentino juega en un puesto que requiere más sabiduría que ímpetu. El pivote necesita anclar su posición y ganarse el crédito de sus compañeros para que el juego gravite sobre él. Por ahora no lo ha conseguido. Guti, como tantos otros, dimitió en Son Moix.
El Madrid, confiado en su atronadora pegada, no se asomó al duelo hasta que se vio en desventaja tras remontar Arango el tanto de Higuaín, que dinamitó la red de Moyà con una volea descomunal. A remolque en el marcador, Schuster echó el lazo a Saviola y Drenthe, los últimos de la fila, dos fichajes convertidos en suplentes de los suplentes. El holandés aún es un juvenil, Saviola, no. Y le puede la ansiedad. Sólo así se puede explicar su fallo ante el portero local, un disparo parvulario, frontal, en la frontera del área pequeña, a una cuarta del flequillo de Moyà. El argentino pifió el gol más fácil de su carrera. Los arietes necesitan confianza y, en la actualidad, Saviola sólo es un reservista. Sin Van Nistelrooy, de descanso, y Soldado, lesionado, de nuevo se quedó en el banquillo de las pipas. Schuster no le tiene fe alguna, pese a su reputación internacional. Con Drenthe quizá espere a que madure.
Sólo el repliegue final del Mallorca lanzó algo al Madrid, que en la última fase al menos inquietó a su adversario. Casi sin querer, el Madrid cerró la ida copera cerca de Moyà, con el Mallorca tapado, entregado a su defensa y suspirando por una contra de Arango, su futbolista más distinguido. El venezolano fue el autor de la mejor jugada de la noche, un estupendo remate con la zurda al que respondió Dudek, muy acertado, con una intervención más que notable. Ahora, al Madrid le queda la vuelta y no precisa una gran remontada. Pero su poco apetito copero le puede desterrar de un torneo que no gana desde hace 15 años. Curso a curso, técnico a técnico, desde 1993 todos se han dado un batacazo en la Copa. Hay químicas que resultan imposibles y basta rebobinar para saber que al Madrid le sobra la Copa. Es algo epidérmico desde hace años. Por mucho que ese podio lo reclame Casillas.
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