Los herederos que reciban menos de 125.000 euros dejarán de tributar

Galicia se sumará después del verano a otras comunidades autónomas que ya han apostado por la reducción drástica del impuesto de sucesiones y donaciones. El presidente de la Xunta, Emilio Pérez Touriño, anunció ayer que la reforma de estos tributos, que iniciará próximamente su tramitación parlamentaria, incluirá la exención fiscal para todas aquellas personas que reciban menos de 125.000 euros procedentes de una herencia. En la práctica esto supondrá la eliminación de la obligación de tributar para el 90% de las herencias que se transmiten anualmente en Galicia.

La reforma del impuesto también recoge la práctica supresión de la tributación para transmitir la vivienda habitual. De esta forma, quedarán exentos de impuestos los cónyuges que adquieran la vivienda, mientras que se reducen en un 99% para los hijos. En ambos casos se establece un límite de 600.000 euros por beneficiario.

Otro aspecto destacado de la reforma presentada ayer por Pérez Touriño es la reducción del 99% del importe que hasta ahora pagaban por sucesiones o donaciones las pymes, las empresas familiares y los titulares de explotaciones agrarias.

El presidente de la Xunta defendió la necesidad de realizar esta reforma para adaptarse al contexto español y europeo y para que Galicia pueda contar también con un marco "competitivo" en el ámbito fiscal. Además, apuntó que el texto legal se mantiene fiel a los principios de eficiencia y equidad y no se apuesta por suprimir la tributación para que no se produzcan desigualdades.

Touriño puso como ejemplo que no sería justo que una persona pueda recibir una herencia de gran cuantía y no tributar por ella mientras que un trabajador debe pagar impuestos por los rendimientos del trabajo. "No somos la derecha", concluyó el titular de la Xunta.

La reforma planteada por el Ejecutivo gallego fue calificada como "poco ambiciosa" por el PP, partidario de suprimir el impuesto.

El portavoz de Economía del grupo popular en el Parlamento gallego, Alberto Sueiro, afirmó que la reforma presentada por Touriño responde "únicamente" a los intereses electorales del PSOE. "No se explica que hace dos semanas rechazaran en el Parlamento la propuesta del PP para suprimir el impuesto a partir del 1 de enero y ahora anuncien una rebaja parcial que supuestamente no va a tener efecto hasta después del verano", indicó Sueiro.

La Confederación de Empresarios de Galicia (CEG) también se mostró decepcionada con el alcance de la reforma, que calificó como "insuficiente" por entender que sigue existiendo una desventaja competitiva respecto a otras comunidades. Sin embargo, la patronal reconoce que la reforma supondrá mejoras "sustanciales y positivas" en el tratamiento específico de las empresas y la vivienda, así como en la reducción de tarifas de estos tributos. La CEG aboga por equiparar el marco fiscal gallego al de otras comunidades que "se están viendo favorecidas por la entrada de nuevas rentas tras la práctica eliminación de estos impuestos".

La iniciativa anunciada ayer es la primera de este tipo que se emprende en una comunidad autónoma con un presidente socialista para reducir la presión fiscal sobre la transmisión y donación de bienes. En Castilla y León, La Rioja, Baleares, Madrid, Navarra, País Vasco y la Comunidad Valenciana ya están en marcha hace tiempo medidas similares. Touriño aclaró que Galicia dejará de estar en desventaja con estas comunidades e incluso, en algunos casos, ofrecerá mejores condiciones que autonomías como Madrid, ya que la reducción del impuesto para pymes y empresas familiares en esta comunidad sólo llega al 95%, cuatro puntos por debajo de Galicia.

El conselleiro de Economía, José Ramón Fernández Antonio, realizó un análisis más profundo del nuevo texto legal y apuntó que, además de las exenciones ya comentadas, habrá una reducción de los tramos de ambos tributos. En el caso del impuesto de sucesiones, el tipo máximo se reduce del 40,8% al 18%, con lo que Galicia se situará en la "banda baja" de los países europeos, mientras que el tipo más elevado en el caso de las donaciones pasa del 40,8 al 9%, con el objetivo de equipararse con las comunidades más competitivas.

La nueva legislación podría ser aprobada en la Cámara gallega antes del verano para entrar en vigor durante el próximo mes de septiembre. Los Presupuestos de la Xunta prevén este año un ingreso de 165 millones de euros por este concepto, y la recaudación podría reducirse hasta los 90 millones cuando entre en vigor la reforma.