Vuelo, luego conduzco
Cuando se casaron, hace ya siete años, Dolores Sánchez y Mauricio Medina -Lola y Mauri para los amigos- eligieron para su viaje de novios Costa Rica. "Buscábamos un destino exótico y de aventura, pero al mismo tiempo seguro; y queríamos ir a nuestra bola, no de la mano de un guía", explica Mauri. Dicho y hecho: fueron a una agencia de viajes, compraron un billete de ida y vuelta a San José, reservaron un todoterreno y, por si las moscas, varias noches de hotel a lo largo de un itinerario recomendado por la agencia.
Cuando dos viajan juntos
Madrileños y treintañeros, Mauri y Lola se ajustan bien al perfil del viajero fly and drive (vuela y conduce), un término acuñado para aquellos paquetes que incluyen el billete aéreo, un coche de alquiler y a menudo también bonos de hotel o prerreserva del alojamiento: parejas y grupos de amigos entre los 20 y los 40 años, sin hijos, con dobles ingresos y acostumbrados a viajar.
La fórmula nació, como las road movies, en Estados Unidos. En España, desde hace más de una década, de la mano de agencias alternativas como Agama, Años Luz, Bidon 5 o Tourist Forum, con viajes por libre a lugares como Islandia o Finlandia. El despegue definitivo se produjo en 2002, coincidiendo con el auge de las compañías aéreas de bajo coste y las agencias online. Hoy, este tipo de programas supone casi un 25% del total de la oferta. Al contratar, es importante preguntar por los cargos extra y las condiciones del alquiler del coche y los seguros: algunas compañías cobran un suplemento si el vehículo se recoge en el aeropuerto, si se entrega en una oficina diferente de donde se recogió o si se devuelve sin repostar; también puede ocurrir que le carguen la franquicia, un depósito que se reembolsa al devolver el coche en buen estado, y que en algunos lugares sirve de excusa para cobrar un suplemento de última hora. "Al devolver el coche en Costa Rica, lo revisaron con lupa, y al final nos tocó pagar por un pequeño arañazo que creemos que ya estaba cuando nos lo entregaron", se queja Mauricio Medina. Algunas agencias ofrecen la posibilidad de alquilar un coche con conductor, algo especialmente recomendable en lugares donde los hábitos de conducción son muy diferentes de los europeos, como ocurre con la India.
Destinos 'fly and drive'
Un país propicio al fly and drive debe contar con unos mínimos en infraestructuras (carreteras y hoteles, sobre todo) y seguridad, condiciones que casi siempre se dan en los más desarrollados. A lugares como España, Alemania, Francia, Portugal, Noruega, Finlandia, Canadá, Islandia, Italia, Irlanda, Escocia y Estados Unidos se suman destinos emergentes como Croacia o Eslovenia, un país a descubrir especialmente apetecido por ser barato, dinámico y acogedor, y en el que las distancias, relativamente cortas, permiten abarcarlo en unos pocos días. Las islas, como Sicilia, Malta, Cerdeña, Baleares y Canarias, se prestan bien a este tipo de viajes, y tampoco quedan fuera destinos tan exóticos como Nueva Zelanda o Suráfrica.
Agencias especializadas
La agencia Occius (983 21 41 93; www.occius.com) se ha especializado en organizar viajes por libre a la Toscana. Entre sus propuestas está una escapada de cuatro días, con vuelos desde Madrid o Barcelona, coche de alquiler y alojamiento en un relais de cuatro estrellas de Loro Ciufenna (Arezzo) o Chianti, desde 495 euros por persona; Island Tours (915 47 60 94; www.islandtours.es) propone conducir 1.416 kilómetros a través del paisaje de glaciares, géiseres, cascadas y coladas de basalto que acompaña a la Ring Road, la carretera de circunvalación que rodea Islandia, gracias a los vuelos directos que opera en verano Icelandair desde Madrid y Barcelona. Los viajes fly and drive también ocupan un lugar destacado de la programación de mayoristas como Catai (www.catai.es), Politours (www.politours.com), Iberojet (www.iberojet.es), Nobel Tours (www.nobeltours.com) y Kuoni (www.kuoni.es), entre otras.
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