El 'low cost' del maltrato animal
La protectora denuncia que las sentencias tachan de falta ese comportamiento
Encerrar a un perro dejándolo morir de hambre y sed hasta que enloquece primero y, posteriormente, muere cuesta 300 euros. Mucho menos de lo que vale, en muchos casos, comprar un cachorro. Desde hace más de dos años, la presidenta de la Sociedad Valenciana Protectora de Animales y Plantas (SVPAP), Ana Mayol, ha dado instrucciones a los servicios jurídicos de la entidad para que lleguen "hasta el final" en todas las denuncias presentadas contra personas que han dado a los animales, que supuestamente se encargaban de cuidar, una muerte horrible.
El resultado ha sido, en opinión de Mayol, bastante desalentador porque la legislación española sigue considerando estas actuaciones como una simple falta. Pero las sentencias acumuladas han servido a la SVPAP para lanzar una campaña destinada a exigir una reforma del Código Penal que considere esta clase de maltrato a los animales como delito. La protectora también ha reclamado al Ayuntamiento de Valencia que sea menos tolerante con las sanciones administrativas a los maltratadores de animales. Esta entidad cuenta ya con sentencias firmes en las que los propios tribunales de justicia reconocen su incapacidad para castigar adecuadamente estas acciones con la normativa vigente. De entre ellas destaca una de la Audiencia Provincial sobre un hombre que dejó morir de hambre a su perro: "Sería de desear que dicha negligencia grave en el cuidado de un animal pudiera ser castigada como delito y no como simple falta", dice el fallo.La Sociedad Valenciana Protectora de Animales y Plantas ha remitido al Fiscal Especial de Medio Ambiente y Urbanismo del Tribunal Supremo, Antonio Vercher, el expediente elaborado para exigir una modificación del Código Penal que castigue convenientemente el maltrato animal. El mismo expediente ya ha sido remitido a responsables municipales y autonómicos.
La protectora en su informe realiza una propuesta concreta, basándose en la experiencia acumulada, tanto en la práctica cotidiana como en los juzgados. Así, la SVPAP recuerda que la organización de peleas o combates de animales no están tipificados en el Código Penal, mientras que otros comportamientos como el abandono de animales solo se sanciona de forma leve.
En su argumentación, la protectora advierte que el actual Código Penal diferencia entre animales domésticos y salvajes, cuando la propia realidad ha superado ya esta diferencia y muchas personas toman como animales de compañía a ofidios, batracios y saurios y otras especies. De hecho, en las tiendas de animales es hoy posible adquirir mascotas de toda clase, incluidos mapaches.
El informe de la protectora recalca también que el abandono de animales supone un peligro, no solo para el abandonado, sino para las personas, ya que pueden provocar accidentes de tráfico y otros peligros.
La SVPAP es un caso atípico en España, ya que ha conseguido acabar con la tétrica perrera municipal que recogía los animales abandonados en Valencia y gestiona con criterios éticos el centro municipal de acogida de animales. Entre sus iniciativas de más éxito destacan las campañas de esterilización de gatos.
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