Vuelve el petardeo picante
Las Spice Girls ofrecen su único concierto en España sin lograr llenar el aforo
Purpurina, plataformas, escotes generosos y tanto buen rollo y azúcar que podrían matar a un diabético. Armadas con semejante artillería, las Chicas Picantes ofrecieron anoche el primer concierto en España en los últimos 10 años, para presentar su álbum lanzado el pasado noviembre, Spice Girls. Greatest hits, que, como su propio nombre indica, sólo reúne viejas canciones y añade un par de temas. En los últimos meses circuló el rumor de que el mismísimo Bono de U2 había compuesto una canción para dar un poco de "nivel" al esperado regreso, noticia que desmintió poco después el manager de la banda dublinesa. Victoria Beckham, Emma Bunton, Geri Halliwell, Melanie Brown y Melanie Chisholm llegaban ayer a Madrid en medio de menos expectación de la que esperaban. Ni siquiera habían conseguido vender todas las entradas del Telefónica Arena, donde sus fans no esperaban acampados desde la noche anterior como ocurría en los años noventa. "Seamos sinceros, sólo son las Spice Girls, no U2", comentaba Asun, de 26 años, con sonrisa irónica. ¿Y por qué venís? "Por el petardeo y las risas. Venimos a divertirnos un rato", explica señalando su camiseta de las Spice a 3 euros (30 euros en la tienda oficial) y su mini de cerveza.
¿Qué ha pasado con aquella generación de seguidores de la Spicemanía? Los adolescentes que en 1998 acudieron con sus madres, anoche lo hicieron con litronas, kalimotxos y spicecanutos.
"Yo he venido porque era muy fan de pequeña, estuve en el concierto del Palacio de Deportes con mi madre. Recuerdo que lloré un montón", añadía otra joven con careta de la spicepija y pancarta de recortes.
Pasados 10 años ya no lloran, pero siguen corriendo para entrar como si fueran las rebajas. También gritaron cuando aparecieron las cantantes desde el suelo enfundadas en sus carísimos diseños de Roberto Cavalli que convirtieron el concierto en una pasarela de moda. A falta de coreografías, adaptadas a su nueva imagen de treinteañeras con hijos, las Spices se acompañaron del cuerpo de baile para presentar sus viejos temas y uno nuevo: Headlines, un canto a la amistad que más bien parecía una terapia de grupo. "Todo el mundo sabe que no se soportan, pero ganan mucho dinero viniendo", advierte Andrea, de 20 años, y primera experiencia Spice con sus amigas. "Por eso había que venir, porque quizá sea la última vez que las veamos cantar juntas".
Sobre el escenario continuaba la puesta en escena con unas carantoñas y guiños entre ellas que no disimulaban las diferencias de cinco egos cantando cada uno por su lado con un único objetivo en común: los 15 millones de euros que ganarán con esta gira.
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