El vuelo al sur del bajo coste
Easyjet confía el 80% de su crecimiento a las rutas desde y hacia los países meridionales
Con un mercado ya muy maduro en países como Reino Unido y Alemania y las rutas entre ciudades del norte, con capacidad incluso excesiva, algunas aerolíneas de bajo coste van a por todas en el sur de Europa y el norte de África. Hace un año Ryanair y Easyjet se instalaron en Madrid-Barajas para asaltar el mercado doméstico y han colocado al aeropuerto madrileño en quinta posición por pasajeros llegados en compañías de vuelos baratos, con un crecimiento superior al 100%.
Y de paso han contribuido a que el aeropuerto madrileño aventaje al de Ámsterdam-Schipol en número de pasajeros y se coloque el cuarto mayor de Europa, con más de 50 pasajeros en un año.
Easyjet, que cumple en febrero su primer año con base en Barajas, apuesta claramente por el crecimiento en las rutas desde y hacia los países meridionales, donde ha abierto cinco de las ocho nuevas conexiones este año: A Coruña, Oporto (Portugal), Casablanca (Marruecos), Catania (Italia) y Tesalónica (Grecia). Si este pasado año fiscal (de octubre a octubre) Easyjet incrementó sus pasajeros totales un 13,25% (hasta los 37,25 millones), los viajeros en las rutas del sur se incrementaron más del doble (un 27%).
El último invento para recaudar cargos extra es la extensión del servicio más rápido a bordo a los mostradores de facturación
Dicho de otro modo, cuatro de cada cinco nuevos pasajeros de la compañía volaron desde o hacia los destinos meridionales, que suman ya el 44% del total.
"Aún hay una gran oportunidad en el mercado doméstico, es decir, intraeuropeo", señala el director de Easyjet para el sur de Europa, Arnaldo Muñoz. "Somos ya la segunda aerolínea en Milán-Malpensa, y también lo hemos logrado en Portugal en sólo un año".
Muñoz considera que la debilidad de las compañías tradicionales en la zona meridional de Europa (sobre todo de la griega Olimpic y de Alitalia) abre mucho sus posibilidades. En España son ya la séptima aerolínea en pasajeros y la quinta en Barajas, un aeropuerto estratégico para la compañía. "Ahora vamos a por Air Europa y Spanair. Aún no hemos perdido ninguna batalla".
En ese contexto, Easyjet compró a finales de octubre GB Airways, filial de British Airways, que vuela desde Londres-Gatwick y Manchester principalmente al arco mediterráneo, norte de África y Canarias, además de Gibraltar.
Pero la estrategia de Easyjet para 2008 no consiste en abrir muchas más rutas e incrementar la capacidad a toda costa, ya que, subraya Muñoz, se generan ineficiencias que acaban afectando a la rentabilidad, como le sucede, a su juicio, a Ryanair, su principal rival en el bajo coste europeo. En noviembre anunció que espera reducir su rentabilidad entre un 5% y un 10%.
La compañía irlandesa estudia abrir cuatro nuevas bases y 50 nuevas rutas el próximo año, pese a que las perspectivas para el sector, que según los expertos ya ha superado el punto álgido de su ciclo, no son nada halagüeñas. El precio del petróleo al alza, las turbulencias en los mercados financieros y el exceso de oferta, sobre todo en las rutas intraeuropeas, lleva a las compañías a una vuelta de tuerca más en un entorno ya muy competitivo.
Las rutas a los países del este de Europa son otra de las grandes apuestas, tanto de las líneas de red tradicionales como de las de vuelos baratos.
Para mantener la rentabilidad y tratar de incrementarla, las compañías de bajo coste se vuelcan en los extras: ventas a bordo, alquiler de vehículos o reservas de hoteles, además de los crecientes añadidos por facturación de maletas o sacar la tarjeta de embarque en el mostrador del aeropuerto. Ryanair ya ha anunciado que incrementará los extras por facturación hasta lograr que el 50% de sus clientes utilicen Internet y no los mostradores de los aeropuertos, si bien no ha aclarado hasta qué cantidad los subirá.
El último invento de Easyjet en esas líneas es la expansión del servicio más rápido a bordo (que da preferencia para embarcar en los aviones, sin asientos asignados) a la cola de facturación en el aeropuerto, bajo el nombre de Speedy Boarding Plus. Da derecho a que se atienda más rápido al cliente en el mostrador del aeropuerto (como sucede con los reservados para primera clase) por 12 euros por trayecto.
Los ingresos por estos extras han aumentado un 30% (hasta los 171 millones de libras, 239 millones de euros), principalmente los derivados de facturación de equipaje y embarque. Así, del beneficio por asiento (4,3 libras, 6 euros), media libra (70 céntimos) los aportan los extras, según Muñoz. Para reforzar la venta a bordo (que cayó un 3%), Easyjet ha contratado los servicios de Gategourmet, líder en catering para aviación, que sirve a unas 250 aerolíneas.
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