Freddie Fields, agente y productor de Hollywood

Freddie Fields, uno de los agentes de Hollywood más influyentes de la historia, falleció el pasado 11 de diciembre a causa de un cáncer de pulmón en Beverly Hills (California). Tenía 84 años.

Freddie Fields, uno de los agentes de Hollywood más influyentes de la historia, falleció el pasado 11 de diciembre a causa de un cáncer de pulmón en Beverly Hills (California). Tenía 84 años.

Freddie Fields, nacido en 1923 en Ferndale, Nueva York, tuvo que ponerse a trabajar siendo muy joven ya que su padre falleció cuando él era un adolescente. Sin embargo, pronto descubrió que tenía un don: era un estupendo vendedor, no sólo de cosas, si no también de personas. Comenzó trabajando para Abbie Greshler, un modesto agente neoyorquino para el que consiguió contratar a Dean Martin y a Jerry Lewis. En 1946 fue fichado por Music Corporation of America, la que por entonces era una de las mayores agencias de talentos de Estados Unidos y de la que llegó a ser vicepresidente.

Sin embargo, su ambición era montar su propio negocio, así que en 1960, tras convertirse en uno de los hombres con los mejores contactos de la industria del espectáculo, decidió abrir su propia agencia, Creative Management Associates (CMA). Desde allí dirigió las carreras de los mejores actores y directores emergentes de la época: Steven Spielberg, Francis Ford Coppola, Paul Newman, Robert Redford, Henry Fonda, Woody Allen y Judy Garland, entre otros. Al entrar en la década de los setenta, Fields se había convertido en uno de los hombres más influyentes de la industria. Su agencia se fusionó entonces con International Famous Agency, convirtiéndose en International Creative Management, cuyo poder sigue siendo notable también en la actualidad.

Fields, siempre ansioso por explorar nuevos territorios, también decidió lanzarse a la producción y en 1969 fundaba, junto a algunos de sus representados -Barbra Streisand, Sidney Poitier, Dustin Hoffman y Paul Newman-, la productora First Artists. Sin embargo, la empresa sólo sobrevivió cinco años debido a problemas de gestión.

Poco después, Fields comenzaría a trabajar para Metro Goldwyn Mayer y United Artist como productor pero renunció a sus múltiples cargos en 1984. "Era un trabajo muy ingrato", dijo años después.

No obstante, quiso probar suerte como productor independiente y no le fue nada mal: entre los títulos por los que será recordado figuran American Gigoló, Lipstick y Glory, un filme por el que Denzel Washington llegó a ser candidato al Oscar.

Fields también fue uno de los pioneros en gestionar contratos para actores que incluían un porcentaje de taquilla, una práctica inusual cuando él comenzó a impulsarla en los setenta y que hoy es parte fundamental de la contratación de una gran estrella. En el apogeo de su trabajo como agente, en los setenta, las estrellas como máximo ganaban un millón de dólares por película. Ahora las mejor pagadas alcanzan hasta 25 millones por película. Sin embargo, Fields siempre se negó a echarle la culpa de la escalada de los precios de los artistas a los agentes y en una entrevista en 1995 dijo: "La oferta y la demanda es lo que ha disparado los precios. Un agente nunca podría subir los precios si no hubiera alguien dispuesto a pagarlos".