Sorprendente lesión de Guti
Los médicos dicen que un esguince puede dejarlo fuera del clásico
Guti se marchó de Valdebebas junto con Fonsi Nieto, el motociclista, que ayer visitó a sus colegas del Madrid. Antes de desaparecer en su coche, el segundo capitán se detuvo a firmar un autógrafo. Como es de las personas que reflejan en el rostro los resquicios del carácter, dejó entrever su estado de ánimo. Estaba rojo, entre congestionado y de mal humor. Algo no le cuadraba. Se fue en silencio. A la media hora, los médicos emitieron el parte de bajas. Sólo había un nombre. Una novedad: José María Gutiérrez. El motivo: esguince lateral interno del tobillo derecho. La consecuencia: posible baja para el clásico del domingo en el Camp Nou.
Guti sufre un problema crónico en los tobillos, producto de los golpes que le han dado. El asunto no es nuevo. Sin embargo, el anuncio oficial de la baja fue tan sorprendente que cogió desprevenidos a sus propios compañeros. "¿Lesionado?", preguntó uno de ellos, al irse a su casa, una hora después que Guti. "¡Qué raro! ¡Pero si se entrenó muy bien y acabó sin problemas!".
"¡Qué raro! ¡Pero si se entrenó bien y acabó perfecto!", comentó un jugador
Entre la plantilla del Madrid se extendió la sospecha de que Guti sufría un problema más moral que físico. La inminencia del clásico magnifica las susceptibilidades. Desde hace días Guti percibe que no estará entre los titulares que saltarán al Camp Nou. La decisión de Schuster no está tomada, pero el jugador sospecha que Baptista y Sneijder tienen el visto bueno del técnico para formar junto a Diarra en el centro del campo. Esto le duele especialmente porque esta temporada, hasta su expulsión en Murcia, el 25 de diciembre, se había convertido en un futbolista de gran peso en el juego del equipo. Guti estaba feliz porque Schuster le daba su apoyo. Pero el entrenador cambió de idea. Los testigos del vestuario consultados por este periódico no culpan al técnico: "El míster pone al que más se esfuerza... Y la alineación que jugará en Barcelona no está decidida todavía".
Schuster es más raro que Guti. El alemán se caracteriza por el carácter voluble. A ratos arisco, sumiso, dócil, irascible, caprichoso, grosero o gentil. En el club nadie sabe qué motiva sus alteraciones. En cualquier caso, que se sepa, esto no se traslada a sus decisiones tácticas. En este punto tiene ideas más bien fijas. Schuster nunca creyó en la disposición de Guti para jugar todos los partidos como titular. Lo respaldaron algunos responsables del club. "Guti lleva años en una dinámica difícil de cambiar", dicen. "Se acostumbró a no luchar por el puesto y darlo por perdido".
Guti se siente dolido. Recuerda que hace seis meses, durante la última visita del equipo al estadio del Barça, fue el jugador más importante. Sin él, el último clásico no habría terminado en empate (3-3). Su influencia fue determinante para hacer frente a un encuentro al límite. Con Capello a un paso del finiquito, y el club envuelto en un farragoso enredo judicial, el partido fue el punto de inflexión del Madrid en la lucha por el título.
Seis meses después, Guti ha vuelto a un segundo plano. El asunto puede convertirse en un problema para el Madrid.
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