La presidencia eslovena de la UE se centrará en Kosovo

Eslovenia concentrará sus esfuerzos en resolver la situación de Kosovo y aproximar los países de los Balcanes occidentales a Europa, durante su mandato de la presidencia de la Unión, en el primer semestre de 2008. Eslovenia, un pequeño país de unos dos millones de habitantes, fue el primero de los Estados de la antigua Europa del Este que se incorporaron a la UE en 2004. Además, también formaba parte de la ex Yugoslavia, lo que explica su sensibilidad por los asuntos relacionados con los Balcanes.

Dimitrij Rupel, ministro de Asuntos Exteriores de Eslovenia, manifestó ayer su voluntad de seguir buscando el consenso entre los Estados de la Unión para encontrar una solución para Kosovo. Rupel advirtió, no obstante, que Europa debe "reconocer la realidad de los Balcanes", asegurando que "ciertos procesos no se pueden detener".

Rupel quiso dejar claro que sus lazos con las antiguas repúblicas yugoslavas o impediría que actuara de manera independiente, "como ministro de Asuntos Exteriores de la Unión, defendiendo los intereses de los Veintisiete Estados miembros". En su opinión, la senda que debe seguir la UE en el asunto de Kosovo es la trazada por el Plan Ahtisaari, que preconiza una independencia vigilada sobre la base del consenso de todas las partes. No existe "un plan tan completo y con un nivel de sofisticación tan elevado", dijo Rupel, que no obstante se mostró abierto a propuestas para mejorarlo.

Ingreso de Serbia

El titular de Exteriores de Eslovenia manifestó su propósito de promover la integración de los Estados de los Balcanes occidentales en la UE. De manera especial manifestó que "Serbia debería formar parte de la Unión", y aseguró que no consideraba pertinente la entrega de los criminales de guerra, como el general serbobosnio Ratko Mladic, para firmar el Acuerdo de Asociación y Estabilización. La doctrina que en la UE ha ido tomando cuerpo es que lo importante es mostrar la "cooperación efectiva" con el tribunal que juzga los crímenes de guerra de la antigua Yugoslavia, sin que ello implique forzosamente la entrega de los afectados.

La presidencia eslovena abordará el tema energético, tanto en lo referente a la batalla de la Comisión por lograr la separación de la propiedad de las grandes compañías como al cambio climático.