El Depor no reacciona en Riazor

El Deportivo sumó ayer un montón de excusas contra el Zaragoza. En la clasificación sólo añadió un punto, que alivia poco una situación muy complicada. El conjunto de Miguel Ángel Lotina sólo ha amarrado cinco puntos en Riazor, y la afición lo despidió con aplausos. Parece cosa de locos, pero tal y como se había desarrollado el primer tiempo, la afición se fue para casa con el consuelo de la reacción, de que la salvación está a un paso de tres puntos y de que el Zaragoza pudo haberse embolsado la victoria si la pelota no llega a estrellarse en el palo en los minutos finales.

En Riazor se presagió otra desgracia. El equipo se movía sin rumbo. Pero en el descanso escampó. Víctor Fernández sustituyó al maltrecho Aimar por Óscar y Miguel Ángel Lotina prescindió del talento apagado de Verdú para virar de rumbo con la movilidad de Rubén.

En un tris apareció otro partido. El Zaragoza se descosió de repente y el Depor asedió durante 15 minutos el área de César. Avisó con un gol de Rubén, anulado por un riguroso fuera de juego, y empató en la jugada siguiente al cabecear Coloccini una pelota que quedó mansa en área tras el lanzamiento de un córner. El Deportivo quería el partido. Pudo conseguirlo, pero Pérez Burrul no interpretó penalti en un lance en el que Ayala barrió a Xisco dentro del área. Luego, el Depor se desfondó por la expulsión de Chapi y por la lesión de De Guzmán con los cambios agotados. El Zaragoza aprovechó la merma para acercarse a Munúa. Pudo llevarse los tres puntos si el poste no llega a escupir un chut de Celades desde fuera del área. Riazor, consciente de lo que se juega, aplaudió el punto.