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Reportaje:

La gran velocidad de los caprichos

La cadena de ropa y complementos Bimba & Lola abre casi 70 tiendas en dos años

Manuel V. Gómez

Un espacio para los caprichos. Con esta idea María y Uxía Domínguez pusieron en marcha la cadena de tiendas de ropa y complementos Bimba & Lola en febrero del año pasado. No querían que el espacio fuera muy grande. Más bien, no querían que hubiera muchos espacios. "En un principio no queríamos ser tan grandes", reconoce María Domínguez. Pero lo cierto es que en no llega a dos años han abierto más de 60 tiendas. El pasado miércoles abrieron una tienda imagen en la calle de Serrano de Madrid, una céntrica vía comercial de la capital, que culmina un ritmo de apertura de tiendas frenético para una empresa recién nacida.

El cambio de planes iniciales no ha sobrepasado a estas dos hermanas gallegas, ambas en la treintena. Las dos conocen bien el negocio de la moda. Son hijas de Jesús Domínguez, dueño de Sociedad Textil Lonia -propietario de marcas como Carolina Herrera o Purificación García-, y hermano del diseñador Adolfo Domínguez. Y, por si acaso, su padre está detrás. "Nada de esto sería posible sin mi padre", reconoce María.

El crecimiento de la empresa ha atraído la atención de los fondos de capital riesgo, pero no se ha llegado a ningún acuerdo

Los precios causaron el cambio. Conseguir proveedores a los precios que querían exigía mayor dimensión. Pero lo que no ha cambiado es el concepto de negocio que querían crear. "Reunir en una tienda pequeña la parte positiva de las cadenas (precio, diseño rápido, cambio de colección...) y una atención muy personalizada", explica María.

El ritmo de aperturas ha sido tal que en apenas dos años casi han cubierto el hueco nacional de acuerdo con sus planes. Y ello pese a que las características de los locales que buscan, condiciona la expansión. Tienen que ser establecimientos céntricos y en las mejores calles comerciales.

El gran crecimiento del recién nacido no ha pasado inadvertido. Algún fondo de capital riesgo ya se ha interesado por los planes de futuro de Bimba & Lola para invertir. En los últimos seis meses ha habido negociaciones entre los fondos y la empresa, pero de momento las hermanas Domínguez han rechazado todas las ofertas, según fuentes de la empresa.

"Diseño asequible"

Sin llegar al lujo prohibitivo, Bimba & Lola se dirige a un público femenino de entre 25 y 45 años con ganas comprar "diseño asequible", productos de ropa y complementos de gama media alta. "Nuestra tienda no es elitista, pero queremos tratar nuestro producto como si fuera un producto de lujo", explica un portavoz de la empresa.

Y claro, para ello lo mejor es mirar a Francia y a su capital, París. El diseño de las tiendas de Bimba & Lola se inspira en la boutique francesa. Son superficies pequeñas, un espacio comercial de unos 60 metros cuadrados, que permite la atención personalizada a los clientes, en las que lo primero que se ve son los complementos. Luego, la ropa. Un portavoz de la firma lo explica: "El accesorio define el lujo".

El negocio, de momento, funciona. En 2006, pese a ser el primer año y abrir 41 tiendas, lograron unos beneficios de 516.000 euros, para el cierre de este ejercicio prevén ganar 3,7 millones. Y admiten que no esperaban que comenzara así. "Nos ha sorprendido la acogida", explica María.

Bimba & Lola combina la tienda propia y el establecimiento franquiciado al 50%, según cuentan en la propia empresa. Miguel Ángel Oroquieta, de Tormo y Asociados, firma especializada en la asesoría de franquicias, cree que el rápido desarrollo del negocio de las hermanas Domínguez se debe a que presentan un elemento diferente en el mercado. "Lanzar una marca en un segmento tan saturado

[como el de Bimba & Lola] no es igual a fracaso. Si hay elementos diferenciadores es importante para el éxito. Más en sectores masivos y dinámicos como la moda, donde esto pasa continuamente.

Con el mercado español casi cubierto, o al menos encarrilado -el director de expansión explica que prevén llegar hasta las 100 tiendas en España-, el próximo paso es la expansión internacional. En Portugal están presentes con tres establecimientos. Y sus planes ya contemplan aterrizar en París. Francia no es sólo la inspiración de su concepto de negocio. La capital francesa es una ciudad en la que anhelan estar presentes por su importancia en el mundo de la moda, y para saber lo que se cuece en el sector.

La tienda de Bimba & Lola en la calle de Serrano de Madrid.
La tienda de Bimba & Lola en la calle de Serrano de Madrid.MANUEL ESCALERA

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Sobre la firma

Manuel V. Gómez
Es corresponsal en Bruselas. Ha desarrollado casi toda su carrera en la sección de Economía de EL PAÍS, donde se ha encargado entre 2008 y 2021 de seguir el mercado laboral español, el sistema de pensiones y el diálogo social. Licenciado en Historia por la Universitat de València, en 2006 cursó el master de periodismo UAM/EL PAÍS.

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