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Entrevista:MARÍA JOSÉ RUBIO | Conselleira de Sanidade

"Los avances no son todo lo rápidos que quisiéramos"

Sonia Vizoso

83.000 empleados, 2,7 millones de usuarios y 3.639 millones de euros, el mayor presupuesto de la Xunta, pesan sobre los hombros de la mujer con apariencia más frágil del Gobierno. María José Rubio pide paciencia a los gallegos porque, insiste, los cambios y el dinero que el bipartito ha inyectado a la sanidad conseguirán algún día que el mastodóntico sistema se mueva a un ritmo más ligero. La conselleira se resiste a dar fechas. Todo necesita su tiempo, arguye.

Pregunta. ¿Tienen ya los gallegos esa atención primaria más ágil que se propone usted?

Respuesta. Los avances no son todo lo rápidos que quisiéramos pero estamos poniendo las bases y eso es lo importante. Estamos convencidos de que la atención primaria debe ser el centro del sistema y hemos suscrito un acuerdo para hacerla más resolutiva. A partir de enero los médicos de cabecera podrán pedir todo tipo de pruebas, respetando unos protocolos.

"En urgencias hay un déficit de espacio, pero las obras llevan su tiempo"
"Los centros que piden servicios punteros también deben hacer abortos"
"Las autoridades lusas dicen que los médicos gallegos ya no emigran"
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P. ¿Están ya listos?

R. Sí, puede ser que alguno no pero no es la parte más compleja. Para el profesional es un cambio de trabajo y hay que darle tiempo para que se incorpore y un apoyo formativo y de información. Son cambios que se van a ir viendo paulatinamente. Pero es la primera vez en la historia de la sanidad pública gallega que hay un gobierno que hace una apuesta firme por la atención primaria. Y lo hemos puesto en el presupuesto, que es lo fundamental. Lo reconocen hasta los líderes de la Plataforma Diez Minutos [sindicatos y asociaciones profesionales]: Galicia y Navarra son las únicas comunidades que están cumpliendo.

P. Sin embargo, los sindicatos amenazan con una huelga en atención primaria el día 21 porque Sanidade no está haciendo el esfuerzo suficiente.

R. Nos cuesta entenderlo. Hay impaciencia por querer ver las cosas más rápidas. Se prevé negociar mejoras para los trabajadores pero no se puede conseguir todo en una única negociación. Esto tiene un proceso. Hago un llamamiento a la sensatez. Justo cuando el gobierno hace un esfuerzo en poner esto en las mejores condiciones, [los sindicatos] no pueden apretar cada vez más la tuerca.

P. El año pasado se produjo un colapso en las urgencias por la avalancha de ciudadanos que acudieron por gripe y otras dolencias invernales. ¿Están preparados estos servicios para que este año no vuelva a pasar?

R. Hemos puesto medios. Hay un 30% más de personal. Pero en urgencias hay un déficit de espacio para atender a los ciudadanos cuando tenemos una afluencia mayor. Ante los primeros síntomas, los ciudadanos deberían ir a atención primaria o a los puntos de atención continuada. Hay muchos hospitales en obras o pendientes de nuevas infraestructuras, como Vigo, Pontevedra o A Coruña, y por mucho que pongamos más personal no podremos dar solución si todo el mundo acude a urgencias. Hay unas infraestructuras que hay que hacer pero las obras llevan su tiempo.

P. ¿Tienen una fecha prevista para acabar con los problemas de espacio?

R. Se están abordando soluciones a largo y corto plazo. Las obras no se hacen en dos días.

P. ¿A final de legislatura podrán presentar ya unas urgencias adecentadas?

R. Habremos recorrido un camino y habremos mejorado pero nos faltan aún el hospital de Vigo, el de Pontevedra y las obras del de A Coruña. Es imposible hacer estos proyectos en un tiempo menor.

P. En consultas externas no han sido capaces de frenar las listas de espera...

R. Eso lo vamos a solucionar haciendo que la atención primaria no derive tantos pacientes al especialista, y poniendo en marcha consultas de alta resolución para realizar a la vez la consulta con el especialista y la prueba diagnóstica. En sanidad es todo una cadena y hay que ver si se utiliza bien toda la capacidad de cada uno de los eslabones.

P. ¿No le preocupa ese ascenso imparable de las esperas para ir al especialista? Es el dato más negativo de su gestión.

R. Sí me preocupa. En la cirugía programada estamos viendo que podemos acortar los plazos. En las consultas es más complejo porque cada vez los ciudadanos demandan más y tenemos que implicar a la atención primaria para que resuelva más dándole los medios.

P. Los pacientes de ciertas enfermedades graves pueden ya pedir una segunda opinión médica en el Sergas. ¿Puede esto aumentar aún más las esperas?

R. Es un derecho fundamental de los ciudadanos a los que se les diagnostica un proceso grave que implica además una decisión sobre una alternativa terapéutica. Las experiencias en otras comunidades nos dicen que no hay tal incremento en las esperas. El número de pacientes que pueden solicitar esta segunda opinión es reducido.

P. ¿Se cumple ya la ley de incompatibilidades de los médicos en todo el territorio gallego?

R. Han sido muchos años de dejar hacer. Los centros concertados a los que derivamos pacientes deben tener su propia plantilla para atenderlos porque a nuestros médicos podemos darles trabajo mañana y tarde. Casi todos los centros A Coruña y Pontevedra ya lo cumplían con el gobierno del PP.

P. En Lugo no, ¿por qué?

R. Por razones diversas. Negociamos durante todo el año con los centros concertados unas nuevas tarifas más competitivas que les permitieran tener sus plantillas. Cuando lo pusimos en marcha [el régimen de incompatibilidades] se produjo una tensión. Pasado el momento, se ha superado el problema.

P. ¿Queda algún centro concertado que no cumpla esa ley?

R. Alguno en Ourense, pero ya tratamos con ellos.

P. ¿Cumplen los centros concertados con su función?

R. Sí, y de forma extraordinaria. Su calidad asistencial está al nivel del sistema público.

P. Los datos dicen que son pocos los pacientes que aceptan ser operados en centros concertados cuando se demora en un público. ¿Por qué?

R. Cuando se habla con los ciudadanos para garantizarles que les derivamos porque tenemos una garantía de calidad, ese tipo de rechazo desaparece.

P. ¿Para cuándo se extenderá la prescripción electrónica?

R. La fecha no depende sólo de nosotros y no debemos apretar a los colegios farmacéuticos con un plazo. La infraestructura se está haciendo para toda Galicia y se van a hacer pruebas piloto en una zona. Si funciona, se extenderá a todo el territorio. En 2008 tendremos sorpresas. Estamos deseando ponerlo en marcha porque el ciudadano notará mucha mejoría.

P. ¿Se nota el regreso de médicos que se marcharon por las malas condiciones laborales?

R. El número de profesionales que se han presentado a la oferta pública de empleo ha sido mucho mayor que las plazas ofertadas y algunos vienen de Portugal. Los que consigan la plaza en el entorno que querían volverán. Las autoridades lusas nos han dicho que ya no hay médicos gallegos que emigran y que lo que temen es que regresen los que logren la plaza.

P. Galicia tiene una alta tasa de adolescentes con embarazos no deseados. ¿Están tomando medidas?

R. Sí, en la prevención con la Consellería de Educación. Es difícil convencer a los jóvenes de que tomen medidas anticonceptivas pero la píldora poscoital es un avance. Nuestros adolescentes saben que si acuden a un centro de salud o de orientación familiar pueden tenerla y frenar ese embarazo no deseado. Nos falta mucho en ese campo porque es difícil atraer a los jóvenes al ambulatorio. Vienen cuando ya tienen un problema.

P. ¿Se asegura el anonimato?

R. En los centros de salud se han puesto dispositivos de trabajo por la tarde y se ha visto una mayor afluencia de jóvenes.

P. ¿Por qué ha llegado Galicia a encabezar esas estadísticas de embarazos no deseados?

R. Por parte de profesionales concretos había una concienciación importante, pero no tenían el apoyo de la Administración.

P. ¿Han encontrado reparos en estos profesionales?

R. No, no eran ellos los que ponían problemas. Son casos puntuales respetables, pero no nos han impedido avanzar.

P. ¿Es más fácil abortar en Galicia con el bipartito?

R. Espero que sí o, por lo menos, que haya conciencia de que hay que hacerlo en el sistema público. Seguimos con dificultades y tenemos que recurrir a centros concertados y remitir pacientes fuera de Galicia, pero ya se practican abortos en los hospitales públicos de Ourense, Vigo y A Coruña y espero que el año que viene sean más. Cuando hay servicios punteros que los hospitales quieren, les decimos que también deben practicar abortos.

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Sobre la firma

Sonia Vizoso
Redactora de EL PAÍS en Galicia. Es licenciada en Periodismo por la Universidad de Santiago. Lleva 25 años ejerciendo el oficio en la prensa escrita y ha formado parte de las redacciones de los periódicos Faro de Vigo, La Voz de Galicia y La Opinión de A Coruña, entre otros. En 2006 se incorporó a El País Galicia.

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