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Entrevista:JOAN MIQUEL PERPINYÁ | Secretario de la Asociación Unificada de Guardias Civiles

"La democracia ya ha entrado en los cuarteles"

Luis Gómez

La foto de la Plaza Mayor de Madrid vestida de tricornios negros y uniformes verdes hizo temblar los cimientos de los ministerios de Interior y Defensa. Sucedió el pasado 20 de enero. Miles de guardias civiles apoyaron uniformados las reivindicaciones de su principal sindicato profesional, la AUGC (Asociación Unificada de Guardias Civiles). Meses después, el Parlamento aprobó una ley de derechos y deberes que recogía buena parte de sus aspiraciones, respaldadas en su día en el propio programa electoral socialista. Pero aquella manifestación no quedó del todo en el olvido. Los generales querían la expulsión de los líderes sindicales. La decisión final ha llegado en forma de suspensiones de empleo y sueldo para los 20 convocantes. Pero algo ha cambiado: los generales no consiguieron su propósito y el sindicato no hará guerra con esas sanciones. Así lo manifiesta su secretario general, Joan Miquel Perpinyá, a pesar del año de sanción que le acaba de caer encima y de sus dudas acerca de la actitud de Joan Mesquida, director general de la Policía y la Guardia Civil.

"Hemos asistido a un número extraordinario de bajas psicológicas"
"Con nosotros sigue existiendo un paternalismo rancio"

Pregunta. ¿Cómo calificaría estas sanciones?

Respuesta. No hicimos nada ilegal, lo que pasa es que a nadie se le ocurrió que podía pasar eso y no estaba tipificada una sanción por ese motivo [manifestarse de uniforme] en la legislación vigente entonces, aunque sí lo está ahora. Me parecen unas sanciones injustas y desproporcionadas, porque si tenemos en cuenta que ha habido manifestaciones de compañeros policías que han cortado calles o algunas en las que se han cortado hasta pistas de aterrizaje, no se ha tenido en cuenta que en nuestro caso nadie llegó tarde al trabajo por nuestra culpa y no se cortó ninguna calle.

P. ¿Se ha querido contentar en algo a los generales?

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R. Creo que algunos no han olvidado. Mesquida [director general de la Policía y la Guardia Civil] dice que espera que esto signifique un antes y un después. Que entremos por el carril. Nuestra opción es mirar hacia delante, tenemos otros retos, como las próximas elecciones al consejo asesor. Tenemos más voluntad de superar este conflicto que ellos.

P. ¿Se opondrán a estas sanciones?

R. Tanto en la policía como en la Guardia Civil hay que aceptar estas sanciones antes de apelarlas. Las asumimos, aunque no las aceptamos. Recurriremos ante Defensa y si no a la jurisdicción militar. Vamos a pelear, pero no haremos casus belli de esto. Para nosotros el caso del 20 de enero está cerrado, pero yo me pregunto: ¿está cerrado para ellos? No lo tengo tan claro.

P. ¿Por qué?

R. Por la actitud de la dirección general. Llevamos un año y tres meses sin relaciones. No hemos tenido una reunión. Parece que el señor Mesquida tiene un problema serio en reconocer a quien le ha montado el pollo más grande en la historia de la policía. No lo ha superado. Es una actitud pueril. Es él quien tiene que empezar a normalizar esta situación.

P. ¿No se ha normalizado a pesar de que se aprobó una ley que recogía buena parte de sus reivindicaciones?

R. Hay algunos a los que no les vemos convencidos de que la situación ha cambiado. Y eso es algo por lo que debemos pelear, porque exista una voluntad política de que nos traten igual que a cualquier cuerpo de policía. Con nosotros sigue existiendo un paternalismo rancio. Y en este caso de las sanciones esa sensación se recrudece.

P. Pero la situación sí ha cambiado con la nueva ley.

R. Algunas cosas. Se han podido celebrar reuniones sindicales en cuarteles. Podemos afirmar que la democracia ha entrado ya en los cuarteles. Ha habido reuniones en Ceuta, Valencia, Barcelona, Oviedo, Gijón.

P. ¿Cambió aquella manifestación la imagen que ustedes tenían ante el ciudadano?

R. Aquella manifestación no le gustó a mucha gente, que no estaba preparada para vernos como ciudadanos normales. Los policías se manifiestan, los médicos se manifiestan y no pasa nada. Pero mucha otra gente lo entendió, entendió que estábamos muy jodidos, muy desesperados y que no teníamos otra salida.

P. ¿Se ha mejorado en bajas psicológicas y suicidios?

R. No se puede afirmar eso, porque siempre se han ocultado los datos y debemos tener acceso a ellos. Hicimos hace tiempo un informe titulado Lo que la Guardia Civil esconde. Son datos, referentes a bajas psicológicas e intentos de suicidio, que no se facilitan a nadie, que siguen ocultos. Así que no sabemos si esa situación está mejorando.

P. Ahora parece que los militares quieren seguir sus pasos.

R. Las carencias en derechos constitucionales son iguales. Pero en otros aspectos ellos están mejor que nosotros en el reconocimiento de algunos derechos, como permisos, vacaciones, paternidad, regulación de horas de servicio. Ellos no trabajan los fines de semana. Nosotros sí.

P. Muchos gobiernos pensaban que una guardia civil militar era más eficaz.

R. ¿Es más eficaz un médico porque opere 12 horas seguidas sin descanso? Hay que respetar los derechos. Por no dignificar nuestro trabajo hemos asistido a un número extraordinario de bajas psicológicas.

P. ¿Seguirá habiendo guardias civiles que hagan labores de peluqueros para los generales?

R. Peluqueros y carpinteros y cocineros y asistentes. Pelearemos por ello, un guardia civil está para otras cosas.

Joan Miquel Perpinyá, secretario general de la Asociación Unificada de Guardias Civiles.
Joan Miquel Perpinyá, secretario general de la Asociación Unificada de Guardias Civiles.GORKA LEJARCEGI

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