Un tiroteo a plena luz del día mata a un hombre y desata el pánico en Carabanchel

A plena luz del día y en una zona bastante concurrida de Carabanchel. James Bermúdez Ramírez, un colombiano de 45 años, murió acribillado ayer por la mañana en el distrito de Carabanchel tras recibir tres disparos en el pecho y otro en la cabeza, según informó un portavoz de Emergencias Madrid. Las primeras investigaciones y la forma en que se produjo el crimen apuntan a que se debió a un ajuste de cuentas, según fuentes de la Jefatura Superior de Policía de Madrid. Este homicidio eleva a 51 las muertes violentas registradas en la región en lo que va de año.

Las primeras investigaciones apuntan a un ajuste de cuentas

El crimen se produjo frente al número 18 de la calle de Algaba, junto a la de Algodre. Según explicaron algunos testigos, tres personas se bajaron de un coche que circulaba por la contigua calle de Nuestra Señora de Valvanera. Los tres hombres, de estatura media y vestidos con ropas de sport, bajaron por la calle de Algodre. Iban a "buen paso", según los testigos.

Sin mediar palabra, cortaron el paso a James Bermúdez. Dos de ellos iban armados con pistolas y empezaron a disparar. Tres tiros le alcanzaron en el pecho. "El cuarto parece que se lo han dado ya en el suelo, como si fuera el tiro de gracia, pero eso lo tendrá que confirmar la Policía Científica", afirmó el jefe de guardia del Samur, Antonio Cabezas.

"He oído los tiros, me ha dado mucho miedo y me he vuelto para que no me vieran", confesó con miedo una mujer mayor que no quiso dar su nombre. Los tres asesinos se marcharon corriendo por la calle de Algaba hacia la de Zaida. Una vez pasado el cruce, efectuaron algún disparo más, sin llegar a alcanzar a Bermúdez, que ya estaba tirado en el suelo moribundo, cerca de la entrada de una mercería y junto a una furgoneta Citroën. "Yo estaba subiendo la calle cuando he oído las detonaciones. No les he dado mucha importancia porque pensé que eran petardos", explicó el dueño de una tienda.

Los testigos llamaron al teléfono de Emergencias 112. Algunos intentaron socorrer al herido hasta que llegaron los facultativos del Samur. "No hemos podido ni reconocerle porque tenía toda la cara ensangrentada. No sabemos si vivía por aquí", afirmó Mayte, una vecina de la zona.

Cuando llegaron los médicos del Samur, hallaron a Bermúdez en parada cardiorrespiratoria. "Tenía un tiro en la cabeza, pero al intentar hacer las maniobras de reanimación, hemos visto el resto de disparos en el pecho, por lo que no le hemos reanimado. No hemos manipulado el cuerpo", explicó el directivo del Samur. La policía encontró siete casquillos.

La esposa del fallecido fue al lugar del homicidio acompañado de otro familiar y de su hijo, de un año aproximadamente. La mujer, que estaba muy nerviosa, fue atendida por un psicólogo. El pequeño se quedó con los responsables de una panadería.

Un mecánico aseguró ayer que el fallecido vendía coches. Había aparcado el suyo, un Ford Focus, cerca de donde murió. Bermúdez había sido detenido en 2004 por la Guardia Civil acusado de falsificación de documentos oficiales y mercantiles.

Un ciudadano colombiano muere a tiros en una calle de Madrid