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El puerto de Valencia licita el dique de 3 kilómetros para su ampliación

Las condiciones prevén los posibles cambios de fecha de la Copa del América

Miquel Alberola

El Boletín Oficial del Estado (BOE) publicó ayer el anuncio de licitación de las obras de abrigo de la ampliación del puerto de Valencia remitido por la Autoridad Portuaria de Valencia (APV). Esta intervención comprende la construcción de un dique de abrigo de 3.360 metros de longitud, un contradique de 1.100 metros de longitud y una explanada de acopios e instalaciones auxiliares de 14 hectáreas. El presupuesto de licitación de las obras con IVA es de 278.482.864 millones de euros.

La vicepresidenta De la Vega estudia un informe contra la ampliación Joan Lerma afirma que es difícil derivar la actividad a Sagunto

La previsión que maneja la APV es que una vez superado el plazo de presentación de ofertas (el 4 de febrero de 2008), la comisión técnica las evalúe y, a finales del mismo mes, proceda a su adjudicación. El plazo de ejecución es de 42 meses.

El pliego de condiciones establece una serie de restricciones para compatibilizar esta intervención con los eventos de la 33ª edición de la Copa del América, cuya fecha de celebración ha entrado en una fase de incertidumbres derivadas del pulso judicial que el BMW Oracle interpuso al Alinghi por la elección del Challenger of Record. Con todo, el pliego impone que durante los períodos de regatas se paralicen completamente todas aquellas operaciones que afecten tanto a la seguridad de la navegación como a la calidad del aire o de las aguas.

El documento recoge los períodos de regatas previstos en el caso de el evento se celebrase en 2009, fecha que Ernesto Bertarelli, propietario de los derechos de la Copa del América, da por descartada. En ese sentido, el pliego de condiciones advierte al adjudicatario de que no tendrá derecho a indemnización por esas paralizaciones tanto si se producen en las fechas indicadas o en otras posteriores, "en caso de modificación de las fechas de celebración de la 33ª edición de la America's Cup".

La APV tiene previsto acometer una expansión de 1.530.000 metros cuadrados, lo que supondría doblar la superficie actual (1.480.000 metros cuadrados). Esta intervención ha provocado un hondo debate en la sociedad valenciana, alimentado por urbanistas y especialistas en estrategia urbana, que han subrayado la pérdida para la ciudad de oportunidades turísticas y de nueva economía que entrañaría esta ampliación sobre el mejor espacio urbano. Sobre todo, disponiendo de un puerto alternativo en Sagunto, a 25 kilómetros.

A los planes de la APV no sólo se han superpuesto exigencias de la ciudad sino también las consecuencias de las propias estrategias políticas del PP, que han llenado el entorno portuario de contenidos y planes de difícil compatibilidad con la tradicional actividad industrial de los muelles y, sobre todo, con la expansión de las instalaciones para albergar el creciente tránsito de contenedores asiáticos. Las dudas sobre esta intervención han penetrado incluso en el Ayuntamiento de Valencia y el Consell, que han perdido su entusiasmo en la operación.

Uno de los máximos defensores del traslado del puerto de Valencia a Sagunto ha sido el PSPV de Valencia, que ayer desapareció de la escena a la espera de que quizá hoy se produzca un comunicado sobre la licitación publicada ayer en el BOE. Sin embargo, quien sí opinó al respecto fue el presidente de la Gestora del PSPV, Joan Lerma, que destacó la relevancia para la economía valenciana del puerto de Valencia. "Es uno de los más importantes del Mediterráneo y su actividad tiene que continuar", dijo. Acerca del papel que pueden jugar los cercanos puertos de Sagunto y Gandia, Lerma opinó que derivar la actividad hacia esos dos puntos "tiene ciertas dificultades técnicas". "No es sencillo dar una respuesta de que se pase [la actividad] a un sitio u otro", apostilló. Inmediatamente, algunos miembros de la Gestora se apresuraron a matizar que esas declaraciones pertenecían sólo a Lerma, puesto que el asunto no se había abordado en la reunión de este órgano. La vicepresidenta del Gobierno María Teresa Fernández de la Vega estudia en estos momentos un informe de los socialistas valencianos sobre los inconvenientes de ampliar el puerto en la ciudad.

La APV deja cabos sueltos

La publicación en el Boletín Oficial del Estado (BOE) de la licitación de parte de las obras de ampliación de puerto no recoge alguna de las obligaciones que establecía la resolución de 30 de julio de 2007, de la Secretaría General para la Prevención de la Contaminación y el Cambio Climático, por la que se formula declaración de impacto ambiental del proyecto.

Para empezar, el promotor no explicita en el anuncio de las obras correspondientes al proyecto evaluado el BOE en el que se publicó la declaración de impacto ambiental, de cuyas condiciones ha de hacerse cargo el posible adjudicatario. Ese olvido, que algunos atribuyen a las prisas de la APV por iniciar una ampliación que causa reticencias en el Ayuntamiento de Valencia, en el Consell y en el PSPV, y que además se complica por la incertidumbre de la celebración de la Copa del América, podría complicar la licitación.

Superado ese trámite, la APV tiene la obligación de acordar con la Dirección General de Costas, antes de iniciar las obras, las características y duración del Plan de Vigilancia en relación con la potencial afección del proyecto en la dinámica litoral, tanto en la playa de la Malva-rosa, situada al norte de la actuación, como en las situadas al sur. En este sentido, el ámbito de estudio de las playas situadas al sur de la actuación tiene que ser delimitado por el citado organismo estatal.

Cifras de la ampliación

- La Autoridad Portuaria de Valencia contempla una ampliación de 1.530.000 metros cuadrados en la zona norte de las instalaciones portuarias, que actualmente tienen 1.480.000 metros cuadrados. En consecuencia, el puerto crecería el doble.

- La intervención que se licita ahora corresponde al dique de abrigo cuya penetración en el mar es de 3.360 metros. Tiene tres tipologías diferentes en sección: talud, vertical y mixto, así como un contradique de sección en talud de unos 1.100 metros de longitud.

- El presupuesto de la obra es de 278.482.864 euros y el plazo de ejecución es de 42 meses.

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Sobre la firma

Miquel Alberola
Forma parte de la redacción de EL PAÍS desde 1995, en la que, entre otros cometidos, ha sido corresponsal en el Congreso de los Diputados, el Senado y la Casa del Rey en los años de congestión institucional y moción de censura. Fue delegado del periódico en la Comunidad Valenciana y, antes, subdirector del semanario El Temps.

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