Sólo faltó el gol de Bojan
El Barça remonta con un juego refrescante y goles de Giovani, Eto'o y Ronaldinho
Al Barcelona sólo le faltó el gol de Bojan para coronar un partido jugado a la carta. La jornada se presentaba tan destensada desde el bando azulgrana, y también del Stuttgart, líder uno y colista el otro, que abonaba las causas particulares por encima del bien común. A la hora del recuento, el saldo fue interesante porque Eto'o y Ronaldinho se reencontraron con el gol después de un ejercicio sencillo, ameno y divertido. Aunque se daba por descontada, la victoria azulgrana fue incuestionable, por más que mediara un nuevo remonte, y los solistas salieron dichosos y contentos de la cancha.
Ha gestionado tan bien el Barcelona su clasificación en la Liga de Campeones que se ganó el derecho a jugar un último partido para la galería y con el calendario en la mano. Así que descansaron unos cuantos titulares, rodaron varios suplentes, se alinearon quienes salen de largas lesiones y necesitan ponerse en forma, a excepción de Deco, que se resintió de su dolencia muscular en el calentamiento, y como punto final apareció Ronaldinho, que no se sabe muy bien a qué clase pertenece hoy.
BARCELONA 3 - STUTTGART 1
Barcelona: Jorquera; Puyol, Thuram, Milito, Sylvinho; Xavi (Crosas, m.69), Márquez, Gudjohnsen (Bojan, m.52); Giovani, Eto'o (Iniesta, m.61) y Ronaldinho. No utilizados: Valdés; Deco y Abidal.
Stuttgart: Schäfer; Osorio, Tasci, Delpierre, Boka; Bastürk (Meissner, m.71), Fernando Meira, Da Silva; Ewerthon, Marica (Fischer, m.71) y Farnerud (Hilbert, m.58). No utilizados: Langer; Hitzlsperger, Pardo y Magnin.
Goles: 0-1. M.3. Da Silva, de falta directa. 1-1. M. 36. Giovani remata un centro de Ronaldinho. 2-1. M. 57. Eto'o, por bajo. 3-1. M. 67. Ronaldinho, tras centro de Sylvinho.
Árbitro: Stéphane Lannoy. Amonestó a Schäfer, Meira y Márquez.
52.761 espectadores en el Camp Nou.
El camerunés, en estado de rehabilitación, no paró hasta que marcó
El estatus del gaucho nada tiene que ver con el de Messi, que ni siquiera fue convocado
La situación del brasileño nada tiene que ver de momento con la de Messi, que ni siquiera fue convocado, decisión que expresa su jerarquía sobre el juego. Más significativa resultaba la ausencia en el once titular de Bojan porque el encuentro parecía diseñado para que se convirtiera cuanto antes mejor en el goleador más joven del torneo europeo. Rijkaard, sentado en el palco por sanción, delegó en Neeskens, y ambos convinieron que el protagonismo inicial tenía que ser para Eto'o y Ronaldinho.
A juzgar por las alineaciones y las declaraciones, se diría que Eto'o y Ronaldinho son parientes o cuando menos van juntos a todas partes, nada que ver cuando uno estaba en Vilafranca y el otro en el gimnasio del Camp Nou, tiempo de francotiradores. El equipo necesita sus goles después de la productividad de los medios y defensas, y ambos marcaron en dos jugadas que significaron un nuevo remonte del equipo azulgrana, que recuperó buenas sensaciones.
Ronnie porfió por la pelota en la banda izquierda hasta que se la quitó a Boka, un lateral que extrañó el cambio de banda, y su centro lo empujó Giovani con el cuerpo, y puede que incluso con el brazo, desde el punto de penalti. Al gol del mexicano -primero en el torneo- siguió otro de buen ver de Eto'o: a un control orientado con la pierna derecha sobre un pase de Xavi siguió un remate certero con la zurda. Y más tarde apareció Ronaldinho en el punto de penalti para rematar como un jabato un centro de Sylvinho.
Aunque el Stuttgart se adelantó nada más comenzar con un libre directo transformado por la zurda de Da Silva, el Barcelona jugó desde el inicio para ganar y también para golear. Ayudado por la profundidad de Giovani, Gudjohnsen se reveló como el jugador del partido. A su alrededor, el equipo tuvo consistencia, llegada y remate. El número de ocasiones fue incontable. El problema fue la falta de puntería. No tiene contundencia el Barça.
A Eto'o le podía la ansiedad y el intervencionismo. Falto de explosividad, jugaba de todo menos de 9. No paró hasta que marcó y se ratificó como un delantero en fase de rehabilitación después de un par de lesiones muy serias. Y Ronaldinho dejó muchas jugadas a medias como figura para reivindicarse después como jornalero. La actitud al menos le reconcilió con su condición de jugador.
El partido no rompió como de costumbre hasta la entrada de Bojan. A la que aparece el ariete de Linyola se suceden los goles. Bojan movió el árbol y hasta Ronaldinho funcionó como realizador. Bojan, en cambio, no pudo embocar en un par de disparos francos que se ganó después de ofrecer un caño que dejó a la hinchada con la boca abierta. Mereció el gol, que queda pendiente para el partido de octavos. Aguarda rival el Barça después de un partido refrescante: su actuación resultó irreprochable si se atiende a las exigencias de un partido intrascendente. El sábado aguarda al Valencia y después llega el Madrid. Palabras mayores después de una noche fácil y agradecida para Eto'o y Ronaldinho.
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