"Me falta una décima de segundo"

Han transcurrido mucho tiempo, pero a Samuel Eto'o no se le ha extinguido el olfato goleador. El camerunés del FC Barcelona confiesa que no está al 100 por 100, que le falta esa décima de segundo imprescindible para volver a ser el que era, pero el gol marcado ayer al Stuttgart ratifica que las lesiones no pueden detener su instinto. 207 días después, casi siete meses de letargo futbolístico, ha tenido que esperar el ariete azulgrana para levantar los brazos y sonreír. La espera ha finalizado.

El primero de sus calvarios llegó el 27 de septiembre, en Bremen. Una rotura del menisco frenaba el derroche de uno de los delanteros más efectivos de Europa, pero la alegría de su regreso duró apenas cinco meses. El 29 de agosto, día de presentación del equipo en el trofeo Joan Gamper ante el Inter. Eto'o caía al suelo, se señalaba la rodilla con un dedo pidiendo la entrada de la camilla y la alarma se encendía en el Camp Nou: de nuevo la rodilla. Esta vez, rotura parcial del tendón del recto anterior de la pierna derecha.

Desde entonces, Samuel no ha querido más riesgos. Ha cumplido a rajatabla los tiempos de recuperación, se ha esforzado en devolver el estado óptimo a sus piernas, y con la ayuda de Frank Rijkaard, quien le ha ido reintroduciendo poco a poco en el equipo, poco a poco fue regresando al césped. Jugó unos minutos frente al Deportivo en Liga y también una hora frente al Stuttgart. Contra los gallegos evidenció que todavía falta velocidad (no consiguió superar a la pareja de centrales deportivistas), pero siguió tranquilo, consciente de que todo era cuestión de tiempo.

Frente a los alemanes, todavía dispuso de más ocasiones para reencontrarse con la portería, pero volvió a fallar dos oportunidades claras frente a Schäfer en el primer tiempo. Sin embargo, en una jugada típica de él, con cambio de ritmo, recorte en carrera y disparo a contrapié, marcó su primer tanto de la temporada. De inmediato se fue a la banda y le dedicó el tanto a Juanjo Brau, el recuperador con el que ha compartido horas de gimnasio y de trabajo en La Masia, fortaleciendo su dañada musculatura. Eto'o volvía a sonreír.

El camerunés es un auténtico goleador. En su primera temporada en el Camp Nou, marcó 28 goles, en la siguiente se fue hasta los 32 ?su mejor cifra de siempre- y en la pasada, a pesar de jugar poco, marcó 13 tantos. A diferencia del año pasado o incluso de la temporada en la que perdió la ''Bota de oro'' en el último suspiro, después de la exhibición de Diego Forlán en el Camp Nou, a Eto'o se le ve ahora con más paciencia.

"Estoy muy contento, más que por el gol por la forma en que hemos jugado. Espero que todo continúe así, porque sólo recuperaré la forma trabajando muy duro", insistió tras el partido ante los alemanes. El siguiente reto llegará en Mestalla, antesala del gran clásico ante el Real Madrid. Dos semanas que podrían devolver a los terrenos de juego la versión más explosiva de un devorador.

Barcelona 3 - Stuttgart 1