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La CMT calcula que Telefónica tiene un millón de líneas no rentables

Una consejera del regulador objeta que el servicio universal se sobrevalora

Miguel Jiménez

Telefónica tenía en 2005 casi un millón de líneas no rentables, bien por su ubicación geográfica o bien por pertenecer a pensionistas de escasos recursos con el servicio subvencionado, según los cálculos de la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones (CMT). El regulador cree "una carga injusta" que la compañía haya tenido que prestar por ley un servicio universal, cuyo coste cifra en 284,35 millones de 2003 a 2005.

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La resolución ha caído como una bomba entre los competidores de Telefónica, que por primera vez se van a ver obligados a compartir ese coste con el antiguo monopolio. Pero los reproches empiezan desde dentro. Inmaculada López, consejera de la CMT, critica la decisión a través de un voto particular.

En su opinión, "el método de cálculo utilizado no resulta suficientemente transparente", y tampoco son verificables buena parte de los datos que aporta Telefónica. Según López, no puede descartarse que haya imputado al servicio universal costes de otros servicios, como la banda ancha. López cree por ello que el método empleado "conduce a una sobrevaloración del cómputo del coste neto del servicio universal en zonas no rentables". Los rivales de Telefónica estudian recurrir la resolución a partir de estos argumentos e insistiendo en varias alegaciones que el regulador desoyó.

Malabarismos

La resolución de la CMT explica con detalle cómo se ha calculado ese coste, a partir de datos de la propia Telefónica corregidos por la CMT. Se han tenido en cuenta desde los flujos migratorios de los pueblos a la ciudad hasta el coste de las facturas en braille para ciegos, pasando por el valor de la marca de Telefónica. La CMT ha hecho casi malabarismos, según revela el texto de la resolución, que cifra en 972.998 las líneas deficitarias en 2005, el 7% del total.

Del coste bruto, con datos de 2005, hay 55 millones de coste por prestar servicio a 67 zonas no rentables (de un total de 560 en que estaría dividida España a estos efectos). La otra gran partida (también de 55 millones) es la bonificación del 95% de la cuota de abono a unos 360.000 clientes con pocos recursos (jubilados o pensionistas con renta familiar inferior al salario mínimo). Prestar ciertos servicios a discapacitados suma otros 33.000 euros y el servicio de información (11818) y guías añade casi un millón más.

Curiosamente, Telefónica no exige compensación alguna por las obligaciones asociadas al negocio de cabinas telefónicas. La norma sólo permite reclamar ese coste si prestar el servicio obligatorio no sale rentable.

Del total, la CMT resta 19,26 millones por beneficios para la imagen de marca y 12 millones más por otros beneficios intangibles de complicado cálculo a partir de hipótesis propias.

Para que Telefónica no pagase sola, antes se exigía que la obligación de prestar el servicio universal supusiese "una desventaja competitiva". Ahora la CMT ha cambiado la norma y basta con que pueda implicar "una carga injustificada". El regulador cree que es así, pero además subraya la pérdida de cuota de Telefónica hasta el 31% en 2005 en los "servicios de telefonía vocal" (fijo y móvil). Según la consejera disidente, no sólo ha cambiado la ley, sino también el criterio de la CMT.

En cuanto al reparto del coste, aún en estudio, la gran incógnita es si las operadoras de móvil tendrán que arrimar el hombro para costear servicios que son de telefonía fija. Para ellas, la referencia a la "telefonía vocal" es un mal augurio. La CMT da otra pista al decir que parte de los datos que presentaba una de las partes personadas (cuotas de mercado, márgenes y volumen de ingresos o competidores de mayor tamaño) serán tenidos en cuenta al fijar la forma de reparto del coste y los operadores obligados a su prestación.

El análisis de la CMT muestra, en todo caso, que el coste del servicio universal desciende. El número de líneas deficitarias se redujo entre 2003 (2,15 millones) y 2005 a menos de la mitad. Y, pese al millón de líneas deficitarias, el margen medio anual de cada línea subió un 71% en esos dos años, hasta los 89 euros de 2005. Las subidas de la cuota de abono y la banda ancha han hecho el negocio cada vez más rentable.

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Sobre la firma

Miguel Jiménez
Corresponsal jefe de EL PAÍS en Estados Unidos. Ha desarrollado su carrera en EL PAÍS, donde ha sido redactor jefe de Economía y Negocios, subdirector y director adjunto y en el diario económico Cinco Días, del que fue director.

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