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Reportaje:Signos

Carromato, un héroe moderno

Un 'heavy' con parálisis cerebral graba un disco y comienza una gira

José Ibáñez nació hace más de 40 años en Granada con una parálisis cerebral que le condenaba a permanecer en una silla de ruedas. Originada por un error médico, la enfermedad de Ibáñez ponía ante él tantos obstáculos que incluso, cuando alcanzó la edad de razonar, comenzó a plantearse si la vida tenía sentido. Por suerte, el heavy metal apareció a tiempo para salvarle. "El heavy es mi vida", sentencia, convencido de que para él no hay nada más allá, todo tiene sentido y adquiere un horizonte soportable gracias a esta música entendida como una forma de vivir.

Tras cinco años de trabajo, Carromato, como se le conoce de forma cariñosa en Granada, se subió la pasada semana al escenario de la sala El Tren para presentar su primer disco, 10 canciones de heavy metal clásico que ha compuesto con su banda y que hicieron disfrutar a un público entusiasta que lo adora.

No se trata de una casualidad, ni de una forma de vaga compasión. A Carromato los heavies lo respetan y lo admiran, de eso no cabe duda. Desde hace años ha subido a los escenarios junto a las más importantes bandas internacionales que han visitado la ciudad, como Deep Purple o Iron Maiden. Además, Carromato ha presentado varios conciertos y festivales, como el Piorno Rock. En el mundo del heavy, para triunfar en Granada hace falta su aprobación, que siempre es recibida con el entusiasmo que se concede a los sabios. Además de esto, Carromato es muy popular por haber fundado en la ciudad algunos de los bares heavies más prestigiosos, como es el caso del Rainbow.

"Yo no elegí ser heavy, el heavy me eligió a mí", explica el cantante, que se considera afortunado de formar parte de un movimiento que constituye una forma de vida. "Ser heavy no es ponerse una camiseta negra, es una actitud ante la vida, una forma de sentir. Con el heavy he llorado y he reído, con una balada heavy se echa un casquete de puta madre, esto no es como ser rapero, es algo muy serio", dice.

A los miembros de la banda, con los que dará una serie de conciertos por Madrid en las próximas semanas, los conoció gracias a su prestigio como presentador de festivales. Fue Nacho Ruiz, guitarrista del grupo, el que le convenció de que formara una banda con su nombre, que debutó en el Festival del Zaidín de 2005. "Son una gente fantástica. Me hacen sentirme seguro. Yo no tengo la voz de Pavarotti ni mucho menos, pero tener una banda así arropándome hace que disfrute al máximo, sin pensar en estas limitaciones", afirma.

"El mundo del heavy no tiene grandes secretos para mí", comenta orgulloso Carromato, del que la productora Manjar está preparando un documental que estará terminado a comienzos de 2008. "Vas a hacerte famoso, Carromato", le dicen por la calle mientras se dirige a una nueva entrevista. "No, no creo", dice mientras se ríe mezcla de ternura y alegría por ver cómo los obstáculos se han hecho más pequeños, a pesar de la dureza del asfalto, gracias a la misma dureza que ha logrado hacer propia, en un mundo nocturno de música y de mucho movimiento, donde Carromato se ha convertido en el rey, en un verdadero ejemplo a seguir, en un héroe moderno.

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