Eiffage, un plato fuerte para empezar

La incorporación de Rodrigo Rato a la banca de inversión, ya veremos si definitiva o pasajera, no responde al perfil de lo que se esperaba para el ex vicepresidente del Gobierno, pero lo que sí ha dejado claro es que su vuelta a la política o a la presidencia de una empresa de relumbrón puede esperar. Pero no le va a faltar trabajo.

Lazard es una de las entidades más activas del sector, con especial actividad en fusiones y adquisiciones. Ocupa la décima posición en la clasificación que se realiza por el volumen de operaciones que lleva a cabo.

Para empezar, le espera un plato fuerte. Es el banco que asesora a Jean-François Roverato, el presidente de la francesa Eiffage, que se opone frontalmente a que la constructora española Sacyr entre en el consejo de la sociedad, en la que tiene el 33%. Y Rato tendrá despacho en París.

Además, Lazard fue el banco que fichó Manuel Pizarro, presidente de Endesa, para que defendiese a la empresa nada más recibir la OPA hostil de Gas Natural. Una batalla que Rato observó desde la lontananza de Washington.

La entidad está presidida en España por Jaime Castellanos, un hombre muy ligado a las corrientes conservadoras españolas que cuando estaba el fragor de la batalla de Endesa era presidente del grupo Recoletos, editor de Expansión y Marca, publicaciones ahora vendidas a Unidad Editorial (El Mundo).