Política electoralista

Agradezco a su periódico la información sobre el posicionamiento electoral del PSOE para 2008, que viene a confirmar las sospechas que ya albergaba sobre un paulatino desinflado de las propuestas electorales de 2004. Me pregunto si el PSOE ha valorado el apoyo que en su momento tuvo de sectores sociales poco dados a ejercer el derecho a voto, así como de votantes progresistas que apostaron por ayudar a los socialistas a desbancar al PP del Gobierno de la nación, prestándoles su voto, tradicionalmente situado más a la izquierda. No sé si la pérdida de todos esos votos puede compensarse con el que reciba de votantes centristas reconfortados por este giro programático. Posiblemente, sí. Pero es que, aparte de la ingeniería electoral, hay otras cuestiones que un partido debería cuidar. Por ejemplo, la honestidad con sus electores, antes, al menos, que la sintonía con los que en un futuro les puedan votar. Personalmente, recelo de los partidos que modelan su programa en función de los "índices de audiencia" electorales, en vez de intentar convencer a los ciudadanos de que las ideas que les proponen son positivas para el país. Liberar al Estado de la perniciosa influencia del lobby nacional-católico y conquistar derechos fundamentales para que sean disfrutados a voluntad por los ciudadanos, aunque para ello haya que hacer un esfuerzo fiscal colectivo: eso sí que me parece política progresista.