Amigo informático
En una encuesta sobre qué da la felicidad, una de las respuestas era "tener un amigo informático", esta alma caritativa que resuelve nuestros tropiezos con estas máquinas. Mientras no llegue la informática amigable, en la que el dueño se sienta señor de la misma y viva los problemas sin sentimiento de culpa, sin preguntarse ¿qué habré hecho mal?, mientras este gozoso momento no llegue seguiremos necesitando a un amigo informático.
Los informáticos, la serie que ha estrenado Canal + , se sitúa en el subterráneo chiringuito donde los informáticos de una gran empresa pasan su tiempo despreciando esos seres que los llaman por cualquier tontería y éstos los apalizan por su trato. De entrada aplican el clásico, y eficaz, consejo de apagar y encender la máquina. A este submundo llega, por error del patrón, una jefa que no tiene ni idea de ordenadores, algo que descubren enseguida los dos mozos porque simula emplear un ordenador que, no ha visto, está desenchufado. El primer capítulo es una prudente toma de contacto con unos personajes que rápidamente viajarán hacia una sátira más cruenta. De todos modos, ya hubo algún apunte como ver al jefe hablar al ratón después de que le dijeran que le habían instalado un programa de reconocimiento de voz. Resulta saludable reírse, con los informáticos, de cómo se consume informática Lo que sobró fue el exceso de carcajadas del público cuando era difícil adivinar de qué se reían.
El regreso de José Bono a la política estuvo en todas las tertulias y, además, en los programas de humor. Eva Hache (Cuatro) hizo memoria. Puso las palabras de cuando Bono se despidió por razones personales y las del anuncio de su regreso, en menos de dos años aquellas razones se han evaporado. Buenafuente (La Sexta) le dio la bienvenida y hablando con él ya le advirtió de que regresaba, como sujeto, a la arena de los chascarrillos.
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