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Iván Díaz: "En la política no hay solución"

"La política que hay que hacer es reinventar el sindicalismo, intervenir desde tu propio barrio", declaraba el pasado mes de mayo Iván Díaz a este periódico. Él y Agustín fueron los encadenados en el zulo de Casas Viejas. Iván Díaz (Cádiz, 1979) es profesor interino de Geografía en la Universidad de Sevilla. Participaba activamente en el centro desde su ocupación, hace cinco años: conciertos, pases de películas y diversos talleres.

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Iván no vota en las elecciones porque cree que no sirve de nada. "Dentro de la política no hay solución, hay cosas más importantes que hacer que votar: hay que cambiar las cosas desde el lugar de trabajo, en la universidad... los partidos políticos sólo tienen en cuenta a un sector de la población", decía antes de las últimas elecciones. Es un hombre activo en su barrio y es en este ámbito desde el que se pueden cambiar las cosas, según él.

El otro encadenado, Agustín, tiene 38 años. Sus compañeros tratan de preservar su identidad pero sí dicen de él que tiene formación en Filosofía, "y sabe de todo: carpintería, albañilería y jardinería".

Durante cinco años, el número 23 de la calle Aniceto Sáenz (una antigua fábrica que embotellaba aceite) ofreció espectáculos audiovisuales, pases de películas y conciertos, y diversos talleres de lectura o malabares.

El espacio contaba con el visto bueno y malo de los vecinos. Algunas actividades fueron rechazadas por organizaciones vecinales del barrio, al que muchos se refieren por el nombre de una de sus plazas: el Pumarejo. A veces las protestas derivaron en denuncias por las molestias que ocasionaban.

En otra publicación, Iván Díaz señaló en enero de 2006 en relación con la polémica sobre sus actividades: "Los vecinos que protestan son sólo cuatro o cinco, pero no vienen a hablar en persona con nosotros. Dicen que ponemos la música fuerte hasta las cuatro de la madrugada y no es verdad. Apagamos a las doce. Además, hemos acondicionado todo esto, hicimos reformas, una biblioteca, un baño... para que estuviera más decente. Lo único que hacemos aquí son talleres y actividades, pero respetando los horarios".

La Comunidad de Bienes Hermanos Bordas Marrodán formuló el 1 de marzo de 2006 la denuncia contra la ocupación de estos inmuebles, que son de de su propiedad. Entonces ya se intentó sin éxito desalojar el edificio.

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