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Signos

La influencia de la filosofía en la obra de Antonio Machado

Editados los apuntes que tomó el poeta sobre los manuales de Besteiro

Ginés Donaire

La Universidad de Granada acaba de editar, a través de su editorial Campus Digital, una transcripción de una serie de cuadernos que el poeta Antonio Machado escribió durante su estancia en Baeza (Jaén), y que resumen los manuales del relevante político y catedrático Julián Besteiro, del que Machado fue alumno en la Universidad de Madrid entre 1915 y 1916. La obra Antonio Machado. Apuntes de filosofía ha sido transcrita por la escritora Filomena Garrido Curiel (Baeza, 1961), fruto de una investigación sobre la formación filosófica de Antonio Machado, bajo la supervisión del profesor Antonio Chicharro Chamorro, director del Departamento de Lingüística General y Teoría de la Literatura de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Granada.

Garrido ha explicado que "las notas y apuntes muestran, de forma concisa y precisa, los conceptos básicos que el poeta extrae del pensamiento de algunos filósofos, entre los que destacan Descartes, Kant, Leibniz y el Premio Nobel Bergson". Los manuscritos proceden del contenido del Fondo Machadiano de Burgos, que se encuentra en el Instituto Fernán González y en la Academia Burguense de Historia y Bellas Artes; gracias "a la generosidad y las facilidades de las sobrinas del poeta", subraya Garrido Curiel. Se trata de una transcripción del original de Machado, caracterizado por una escritura enrevesada, para facilitar así la mejor lectura e interpretación de los apuntes del poeta.

Julián Besteiro, que fuera presidente de la comisión ejecutiva del PSOE y presidente de UGT, llegó también a presidir las Cortes con Alcalá Zamora en la República. Y de ahí se extrae la relevancia de estos cuadernos que surgen de la asistencia de un joven Machado a las clases de Lógica de Besteiro en la Universidad de Madrid entre 1915 y 1916. De esta disciplina argumenta el poeta en sus apuntes: "Frente a la psicología, que se ocuparía del cómo pensamos, el pensamiento lógico nos dice cómo debemos pensar".

A través de estas notas, Machado interioriza su formación filosófica y le da forma propia plasmada luego en su obra que, en muchas ocasiones, es el resultado final a sus comentarios o reflexiones. "Todos ellos están enmarcados, claro está, en la filosofía de su tiempo, siempre cubiertos por un velo de escepticismo y duda, acorde con el momento que le tocó vivir. Y esto se puede apreciar en sus creaciones más conocidas, incluyendo entre sus apuntes versos suyos como Todo pasa y todo queda, pero lo nuestro es pasar (...)", señala la autora de esta investigación, que es licenciada en Filosofía y trabaja como técnico de Cultura del Ayuntamiento de Baeza.

Las anotaciones filosóficas de Machado aparecen constantemente en su obra: referencias al Universo, a la certeza y la verdad, al conocimiento, la esencialidad de la palabra, su temporalidad y trascendencia, el valor de la existencia... Poesía y filosofía están unidas en sus reflexiones, son formas de conocimiento y se complementan. De esta forma, en su obra Juan de Mairena, publicada en 1936, muchas veces sus notas se plasman en los enunciados del profesor apócrifo, donde predomina la duda y el sentido común. "Machado va de la filosofía a la poesía, aunque no se pueda delimitar a través de su obra dónde acaba el poeta y comienza el filósofo", concluye Garrido.

La vinculación de Machado con Baeza se refleja no sólo en el aula donde el poeta impartió clases de gramática francesa, sino también en la Ruta Machadiana, con 17 monolitos que contienen fragmentos en bronce de los textos literarios que universalizaron el nombre de Baeza.

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La etapa de Baeza

Sobre el olivar, / se vio la lechuza/ volar y volar./ A Santa María/ un ramito verde/ volando traía./ ¡ Campo de Baeza,/ soñaré contigo/ cuando no te vea/. Estos versos, recogidos en el poema Apuntes (de Nuevas Canciones), reflejan la implicación del poeta Antonio Machado (Sevilla, 1875- Colliure, 1939) con la ciudad de Baeza (Jaén), donde ejerció como profesor de Francés entre los años 1912 y 1919. El poeta Antonio Checa Lechuga (Baeza, Jaén, 1941) ha intentado ahora recoger la antología que, aparentemente, Machado escribió durante su estancia en la ciudad baezana en la obra Baeza en Antonio Machado, que ha sido editada por Pópulo Servicios Turísticos.

"La etapa de Machado en Baeza ni fue un sufrimiento ni una desilusión. Sus cartas a Unamuno, su correspondencia y ese epistolario del que algunos han intentado sacar una conclusión peyorativa de la sociedad baezana de la época, hubiese sido igual en cualquier punto geográfico de esa España casi caciquil de primeros de siglo", asegura Antonio Checa. A su juicio, la definición que se puede hacer de Machado durante su estancia en Baeza -al que llegó a calificar como "un pueblo húmedo y frío, destartalado y sombrío, entre manchego y andaluz"- fue la de "un hombre crítico con la desigualdad y la hipocresía, esa que no desaparece de las personas que, ni piensan, ni comparan, ni asimilan la necesidad de vivir y compartir lo que verdaderamente tiene importancia: la vida". Con todo, Checa añade que "Machado llegó a Baeza siendo solamente poeta, y se fue siendo poeta y filósofo al mismo tiempo".

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