Todo en una memoria USB
ALMACENAMIENTO
¿Recuerdan cuando los disquetes eran el transporte más utilizado de datos? En apenas 1,44 MB -su máxima capacidad- éramos capaces de ir trasladando la mayoría de datos de un ordenador a otro. Parece una eternidad hablar de estas cosas y, sin embargo, no tienen más de tres o cuatro años, mucho si se mira con el reloj digital de la tecnología. En principio fueron los discos compactos, CD y DVD los que lo arrinconaron poco a poco. Ahora, los datos se transportan también en el bolsillo, pero el soporte típico se llama lápiz USB, memoria USB o, como dicen los anglosajones, Pendrive o USB flash drive. En definitiva, un pequeño aparato de almacenamiento que utiliza memoria en estado sólido del tipo flash para ello, y que, por tanto, no necesita llevar baterías, ya que la energía que precisa la obtiene de la propia conexión USB (Universal serial bus). Y lo mejor de todo, son muy baratas.
Los discos duros son cada vez más rápidos, de mayor capacidad y menor precio. Todo tipo de almacenamiento de datos, de memoria, interno y externo, es cada vez más pequeño y económico. Como las útiles memorias USB.
ALGO MÁS QUE DOCUMENTOS
Otra gran ventaja de los lápices USB es que no paran de aumentar su capacidad. En sus inicios, las opciones estaban entre 8 MB y 64 MB con USB 1.0, más que suficiente para desterrar a los disquetes. Hoy día es fácil encontrar las de 1 GB y 2 GB con conexión rápida USB 2.0, y se pueden comprar hasta de 8 GB por unos 50 euros. Esto da una serie de posibilidades muy interesantes a estos diminutos objetos. Se podría pensar sólo en lo cómodo que es guardar en ellos los documentos (textos, fotografías, música, etcétera), pero se pueden utilizar como un auténtico disco duro portátil y llevar en una de ellas, además de los archivos, todo tipo de programas, e incluso el propio sistema operativo. De esta forma sólo hay que enchufarla en un ordenador y ponerse a trabajar en las aplicaciones guardadas sin necesidad de que estén en el ordenador.
APLICACIONES PORTÁTILES
Se les llama aplicaciones portátiles o portables y el único requisito es que sean compatibles con el sistema operativo para el que fueron creadas. Las hay de todo tipo, desde una completa suite de oficina con procesador de textos, hoja de cálculo y presentaciones gráficas, hasta gestores de correo electrónico, navegadores de Internet, programas de chat, edición fotográfica, juegos y un largo etcétera. De hecho, son los mismos programas que hay para el ordenador, pero en una versión preparada especialmente para llevar en una memoria USB. Estos programas no necesitan ser instalados ya que se ejecutan directamente y no dejan rastro en el ordenador que se ejecutan salvo, claro está, que se guarden allí y no en la pendrive los documentos que se creen.
EL ORDENADOR EN EL LLAVERO
Otra de las grandes ventajas es que los programas portátiles suelen ser gratuitos, ya que acostumbran a ser programas libres y de código abierto. Por ejemplo, el paquete ofimático de Sun, Open Office, tiene una versión portable totalmente operativa que hace prácticamente lo mismo que la costosa suite de Microsoft. Lo mismo ocurre con Gim, un sustituto del famoso Photoshop de Adobe. O con el navegador de Internet Mozilla Firefox, o el lector de correo electrónico Thunderbird.
TODO DE UNA VEZ
Una buena opción es instalar muchas de estas aplicaciones de una sola vez, como si de un paquete completo de programas se tratara; así no es necesario ir bajando de Internet y luego ir instalando una a una cada aplicación. Esto se puede hacer, por ejemplo, desde la página de PortableApps. Tiene dos versiones para Windows, una estándar de 89,5 MB y otra más ligera, Lite, de 30,4 MB. En cualquier caso, habrá que tener una buena línea de conexión y un poco de paciencia. Lo que se baja realmente es el instalador de los programas, con lo que no hay que guardarlo en la memoria USB, sólo hay que ponerlo en marcha, indicarle que queremos instalar los programas en la memoria USB -que dependiendo del ordenador, tendrá la letra E:, F:, G: o similar-. Cuando acabe la instalación y se haya comprobado que todo funciona bien, se puede tirar tranquilamente el archivo de instalación descargado.
PORTABLEAPPS
Este conjunto de aplicaciones lleva incluido un antivirus, Clam Win; un navegador de Internet, Firefox; un programa de chat, Gaim; la suite ofimática completa de Open Office; un juego, Sudoku; una completa agenda, Sunbird, y el gestor de correo electrónico Thunderbird. Una vez enchufado el USB, hacer doble clic (o abrir directamente) la opción de StartPortableApps; esto hará que aparezca un menú desplegable a la derecha de la barra de herramientas, junto al reloj del sistema. Basta con hacer clic encima y elegir el programa que se desee, o el archivo que se tenga guardado en cualquiera de las carpetas que también crea para este fin. No se puede pedir más. O sí. Si se desea y la capacidad de la memoria lo permite, se pueden ir añadiendo programas sin ningún problema.
DIRECCIONES:
http://portableapps.com
www.malavida.com
www.programasportables.com
www.openoffice.org
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