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El Constitucional rechaza de plano la recusación de tres jueces por el PP

El Pleno tiene pendiente la impugnación contra dos magistrados conservadores

El Pleno del Tribunal Constitucional rechazó de plano anoche, por ocho votos a dos, la admisión a trámite de las recusaciones del Partido Popular contra los magistrados progresistas Pascual Sala, Manuel Aragón y Pablo Pérez Tremps, a los que acusaba de haberse mostrado favorables a la reforma de la ley orgánica del Tribunal.

Los magistrados conservadores Roberto García-Calvo y Jorge Rodríguez-Zapata anunciaron sendos votos particulares discrepantes de la decisión de la mayoría. El magistrado conservador Ramón Rodríguez Arribas anunció la posibilidad de un voto particular concurrente, es decir, coincidente con el parecer de la mayoría pero haciendo constar determinadas precisiones. El auto del Tribunal se dará a conocer, junto a los votos particulares, en los próximos días. A partir de ahora, el Tribunal deberá examinar las recusaciones del Gobierno contra los magistrados García-Calvo y Rodríguez Zapata.

Según la doctrina del tribunal sobre las recusaciones, al haberse solventado la situación límite que impedía alcanzar el quórum debido a las tres recusaciones del PP, nada impide a partir de ahora que los recusados por el Gobierno se ausenten del Pleno mientras los demás magistrados examinan la admisión de sus recusaciones, aunque deberá ser el presidente el que decida sobre este punto en los próximos días.

Conocida la inadmisión de las recusaciones del PP, el portavoz socialista del Congreso, Diego López Garrido aseguró que la decisión es un ejemplo de una oposición "irresponsable" por intentar "desestabilizar" y "poner en cuestión" a las instituciones sobre la base de "informaciones falsas". El dirigente socialista se refería así a la maniobra del PP de acusar a los tres magistrados de falta de imparcialidad sobre la base de una información sin firma publicada en El Mundo el 25 de octubre.

Dicha información hacía referencia a una reunión celebrada el pasado 12 de junio en el despacho de la presidenta del Tribunal, María Emilia Casas, en la que Sala, Aragón y Pérez Tremps se habrían "mostrado favorables" a la reforma de la ley orgánica. La información sirvió de gancho al PP para, al día siguiente de su publicación, recusar a los magistrados señalados por El Mundo.

Sin embargo, los seis magistrados asistentes a dicha reunión remitieron una carta al presidente del pleno, Vicente Conde Martín de Hijas, para poner en su conocimiento, "que lo hablado por cada uno de nosotros en la reunión celebrada el 12 de junio (...) no se corresponde en ningún extremo con lo que se indica en la información recogida en el diario El Mundo".

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El tajante desmentido de la noticia no arredró al PP que, lejos de retirar las recusaciones, consiguió que el conservador Ramón Rodríguez Arribas realizase algunas matizaciones contra la incorporación de la carta de desmentido a los autos. No obstante, Rodríguez Arribas mantuvo lo sustancial del desmentido: "En aquella reunión no se habló de la constitucionalidad de la ley reformadora de la ley orgánica del Tribunal Constitucional".

El PP intentó que se acumularan sus tres recusaciones a las presentadas por el Gobierno contra García Calvo y Rodríguez Zapata, que, éstos sí, habían expresado por escrito su "más profunda discrepancia" con la reforma de la ley del Tribunal. Sin embargo, la acumulación de recusaciones debe practicarse después del trámite de admisión, y no antes, como pretendía el PP. Rozando el disparate, el PP incluso exigió la toma de declaración, en "confesión jurada" de la presidenta del tribunal y de los tres magistrados recusados. Todo inútil: finalmente el Pleno ha rechazado las recusaciones.

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