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Las marchas contra los malos tratos piden a la sociedad que no sea cómplice

Centenares de personas apoyan las convocatorias en seis localidades gallegas

Las concentraciones gallegas del Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres corrieron suertes diferentes según la ciudad de la que se tratase. Donde hubo una amplia movilización de gente el viernes, ayer se convirtió en presencia testimonial. Y viceversa.

"Denuncia archivada, mujer asesinada", gritaban ayer en A Coruña

Este segundo caso fue el de Vigo. Allí, unas 700 personas, según los cálculos de la Policía Local, marcharon en manifestación a mediodía de ayer por algunas calles del centro. La convocatoria partía de la coordinadora local de la Marcha Mundial das Mulleres, cuya pancarta abría la marcha bajo el lema Podemos rematar coa violencia de xénero. La portaban, entre otras mujeres, la presidenta de la organización feminista Alecrín, Ana Míguez, y la vocal de mujer de la Federación de Asociaciones de Vecinos, Mercedes Penabella.

Les seguían las enseñas de la Rede de Mulleres Veciñais contra os Malos Tratos que reclamaban "el derecho a vivir en paz", las de Alecrín que equiparaban la prostitución a la violencia machista y la de la Federación Vecinal. Entre los asistentes, había miembros de la corporación municipal de los tres partidos políticos, PP, PSOE y BNG, que la conforman. Entre ellos, el teniente de alcalde, el nacionalista Santiago Domínguez Olveira, acompañado por la Secretaria Xeral de Igualdade de la Xunta de Galicia, Carme Adán.

Durante el recorrido, que se completó en una hora, muchos de los participantes corearon consignas alusivas al sistema patriarcal, "a raíz do noso mal", y llamadas de atención al conjunto de la sociedad: "O machismo mata, non sexas cómplice". En consonancia con la campaña europea que la Marcha Mundial das Mulleres llevó a cabo en el día de ayer en muchas ciudades, algunas personas lucieron brazaletes con mensaje, en un gesto que quería hacer visible su rechazo al maltrato.

La manifestación, que transcurrió sin incidentes, culminó con la lectura de un manifiesto frente a la instalación que, en la calle del Príncipe, recuerda a las 69 mujeres asesinadas en España (seis en Galicia) en lo que va de año, víctimas de la violencia de género. Allí las convocantes animaron a la concurrencia a "romper la tela de araña del sexismo y los malos tratos con las tijeras del feminismo".

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Por su parte, como caso opuesto al de Vigo, a gritos de "denuncia archivada, mujer asesinada" o "somos guapas, somos listas, somos todas feministas", poco más de un centenar de personas se concentraron ante el Obelisco de A Coruña, también al mediodía. Lo hicieron para reivindicar que cada cual, en todos los ámbitos de su vida cotidiana, elimine todo comportamiento machista. La convocatoria, igualmente de la Marcha Mundial de las Mujeres, durante la que se repartieron a los viandantes brazaletes clamando por el fin de la violencia sexista y la escritora Olga Patiño leyó un manifiesto, no tuvo en A Coruña gran repercusión.

Pero mucha mayor fue la acogida de la gala de teatro y música que esta asociación organizó, junto con la Diputación provincial, por la noche, en el Teatro Colón. Amenizada por los sonidos de fusión de jazz y folk del grupo Marful, el espectáculo consistió en la representación de una creación de Xuroteatro, dos piezas sobre la invisibilidad de las mujeres a lo largo de la historia que interpreta Teatro da Fame y un monologo de María Inés Cuadrado.

La programación de actos contra la violencia machista que las autoridades coruñesas celebraron durante la pasada semana termina hoy en la agrupación local del PSOE, donde 12 hombres, representantes destacados del mundo de la universidad, la sanidad, el empresariado, la cultura y la política, leerán textos relacionados con los malos tratos que sufren las mujeres.

También en Pontevedra, como en Cee, Narón o Santiago, la Marcha Mundial celebró un acto ayer. En la ciudad del Lérez quedó instalada una "lápida-ataúd" con los nombres de las mujeres asesinadas este año y en la zona monumental se desplegaron un mural y un sendero de huellas negras que simbolizaba el terror de las víctimas. Además, la Diputación de Lugo publicó una declaración institucional para conmemorar el día.

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