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Crónica:13ª jornada de Liga
Crónica
Texto informativo con interpretación

El Getafe define, el Zaragoza sobrevive

Jordi Quixano

Obsoleta la propuesta del Zaragoza, que se empecinó en percutir por el centro, y conservadora la del Getafe, que reprobó la idea de atacar, pero que se replegó de perlas, el partido resultó tan desabrido como insípido. Sólo una pifia de Juanfran y una pillería de D'Alessandro resolvieron un duelo terrible, un empate que certificó tanto la indolencia del Zaragoza como la tacañería y puntería del Getafe.

Suda horrores el Zaragoza para jugar al fútbol. Limitado por las exigencias del técnico, que reserva las alas para las incorporaciones del lateral y abotarga el medio con las obligadas diagonales del volante, destila el conjunto blanquillo el juego interior, soberbio de surgir una genialidad individual, previsible e ineficaz de no suceder algo extraordinario. Anoche no le tembló el pulso a Víctor Fernández, que sentó de inicio a Aimar y D'Alessandro tras su racha elástica de partidos nefastos. Pero mantuvo el dibujo, el rigor táctico, y el Zaragoza, desbravado y fundido en ideas, repitió el registro raquítico para entregarse al Getafe, que a punto estuvo de llevarse el partido.

ZARAGOZA 1 - GETAFE 1

Zaragoza: César; Valero, Ayala, Paredes, Juanfran; Sergio García, Zapater, Celades (Aimar, m. 65), Óscar (D'Alessandro, m. 65); Diego Milito y Oliveira. No utilizados: López Vallejo; Goni, Chus Herrero y Gabi.

Getafe: Abbondanzieri; Cortés, Cata Díaz, Mario, Licht; Granero (Pablo Hernández, m. 72), Casquero, De la Red, Sousa (Pallardó, m. 80); Manu y Uche (Albin, m. 86). No utilizados: Ustari; Contra, Belenguer y Kepa.

Goles: 0-1. M. 65. Sousa. 1-1. M. 80. D'Alessandro, de falta directa.

Árbitro: Álvarez Izquierdo. Amonestó a Celades, Licht, Oliveira y Diego Milito.

Unos 24.000 espectadores en La Romareda.

Fino estratega, Laudrup advirtió las carencias adversarias. Los medios centro apenas se desplazaron de su parcela y los laterales, prestos a las coberturas, cerraron el paso interior. Cerrado el centro y anuladas las opciones del pase interior, desdibujado el Zaragoza. Pero el Getafe desatendió su vocación ofensiva, remitida a los movimientos de entrelíneas de Uche y a los disparos de De la Red. Insuficiente para comprometer a la novel zaga contraria. Fue Juanfran, sin embargo, quien cometió un falló infantil, un error imperdonable al no despejar un balón muerto. Sousa no perdonó. Tampoco lo hizo el pícaro de D'Alessandro, que lanzó una falta sin pedir la barrera y pilló desprevenido a Abbondanzieri.

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