La CAM sacará a Bolsa títulos por valor de unos mil millones

La CAM, cuarta caja de España, inició ayer los trámites para convertirse en la primera entidad de ahorros española que emita cuotas participativas, similares a las acciones pero sin derecho a voto. El consejo de administración aprobó, por 18 votos a favor y los dos votos en contra (de los sindicatos UGT y Sicam), someter la decisión ante la asamblea ordinaria de mediados de diciembre la propuesta de emitir cuotas participativas.

Con los recursos, la entidad impulsará el crecimiento en el exterior

El límite máximo es del 20% de dos partidas: el capital y los fondos (los recursos propios), y el valor de la marca en el mercado. Ambas partidas, según la CAM, tendrá un valor estimado inicialmente de entre 4.000 y 5.000 millones de euros. La horquilla de emisión oscilará entre un 15% y un 20% del valor de la caja, es decir, entre 600 millones y mil millones. El plazo marcado para ejecutar esta emisión es de tres años aunque la entidad cree que podría ser una realidad a mediados de 2008. La entidad espera el momento en el que "los mercados se normalicen" para dar el paso. Con esta fórmula de financiación, la entidad quiere seguir impulsando su expansión, principalmente en el extranjero. La CAM anunció este año la compra del 5% del Banque Marocaine du Commerce Extérieur, el segundo grupo bancario privado de Marruecos, por 132 millones y retende entrar en el Banco Guayaquil en Ecuador, aunque el proyecto está parado.

La expansión internacional de las cajas no ha contado tradicionalmente con el apoyo del Banco de España. Esta postura se ha flexibilizado con la entrada de Miguel Ángel Fernández Ordóñez, aunque el supervisor cree que las cajas deben someterse al mercado por lo que la CAM emitirá cuotas.

El paso, sin embargo, es polémico. La emisión de cuotas es criticada por los sindicatos que las consideran la antesala de la privatización.

El debate en la CAM ha sido largo. Hace dos meses el consejo encargó un informe exhaustivo sobre todas las posibles consecuencias de esta emisión y los contactos dentro de la entidad se han sucedido en las últimas semanas en busca del máximo consenso. Los consejeros nombrados a propuesta del PSOE aceptaron apoyar el paso tras garantizar que éste no desvirtuará el carácter de la caja. En esta línea, el crecimiento de la entidad aumentará el presupuesto de la Obra Social.

Los compradores de las cuotas participativas (ninguno puede superar el 5%) no podrán agruparse y constituirse así como grupo de presión que influya en las decisiones de la caja. Los consejeros y los directivos de la entidad, igualmente, no podrán comprar estos títulos, que sí estarán abiertos a los inversores institucionales y a los trabajadores. Las cuotas participativas carecen de derechos políticos y si la ley cambiara sobre este punto, la caja alicantina recompraría los títulos.