Infalible Italia

Italia volvió a estar a la altura de su historia y su prestigio. Equipo competitivo y fiable por antonomasia, el campeón del mundo también estará en la Eurocopa de Austria y Suiza 2008. Gracias a un ejercicio eficaz y preciso en Hampden Park, que vivió un ambiente memorable. Italia marcó en el minuto 1 y en el 90 (1-2). Efectividad se llama. Y capacidad de sufrimiento. Entre medias, se desfogó la entrañable Escocia, que soñó con la hazaña en los últimos 20 minutos tras el empate de Ferguson y un fútbol muy meritorio. Italia aseguró su clasificación y, de paso, la de su rival en la final del pasado Mundial, Francia, ayer tifosa de los azzurri.

Fue un día de gloria para las grandes damas europeas. También para Inglaterra, que triunfó sin dar un sola patada. No jugó, pero observó en ascuas lo que ocurría en Tel Aviv. Allí sucedió lo improbable. La Rusia de Guus Hiddink perdió contra una Israel desahuciada en el Grupo E (2-1). Y sin su principal estrella, Benayoun, el media punta del Liverpool. Marcaron los israelíes Barda (m. 11) y Golan (m. 91) mientras que el gol ruso lo anotó Bilyaletdinov (m. 61). Albricias para Inglaterra, que sólo necesita ahora un empate ante la primera, Croacia, en Wembley, el miércoles. Sin Owen, Rooney ni Terry, lesionados, pero con la ventaja moral de haber resucitado cuando ni los propios hinchas ingleses lo esperaban. Israel salva así al cuestionadísimo Steve McClaren. A expensas de que certifique el billete para la Eurocopa.

Por su parte, la victoria ayer en Glasgow también supone un espaldarazo para Roberto Donadoni. El seleccionador italiano le da un portazo a Marcelo Lippi, que esperaba la caída de su sucesor para volver al cargo en el que fue campeón del mundo en Berlín. En cuanto a Escocia, otra vez se queda fuera de una gran cita -su última vez fue en Inglaterra 96-, aunque lo hace con la cabeza bien alta. En contra de su estilo característico, la Tartan Army enseñó al mundo una propuesta de jugar el balón a ras de suelo, así como un puñado de futbolistas interesantes -el lateral Hutton, el medio centro Ferguson y el delantero McFadden-, que pusieron en serios aprietos a las dos gigantes. Se le escapó el premio en su visita a la tierna Georgia que dirige el alemán Klaus Topmöller. "Fue un esfuerzo terrible", declaró el seleccionador escocés, Alex McLeish, tras el partido. "Y los fans lo han agradecido. Tenemos que seguir por este camino, mejorando nuestra técnica". En efecto, Escocia ha recorrido un largo trecho desde que la entrenara Berti Vogts. Y no debería desperdiciarlo.

Italia salió a por el triunfo desde el primer aliento. Toni, ese gigantón con pies de bailarina, metió el exterior del botín derecho para enviar a la escuadra un pase de Di Natale. Fue un latigazo en el minuto 1 y Televisión Española, como de costumbre, llegó tarde ofreciendo ya la repetición del tanto.

Escocia siguió creyendo en su propuesta hasta que una internada de Hutton, detenido en falta al borde del área, le dio las llaves del empate. Ferguson aprovechó un rechace de Buffon. Escocia se creció. Buscó pacientemente el espacio y lo encontró con dos claras ocasiones que desaprovechó en el remate. Italia supo sufrir y el imprevisible Panucci subió a cabecear un centro de falta de Pirlo. Su tanto cerraba un partido apasionante de principio a fin. Y ahogaba en llantos a los 50.000 entusiastas de Hampden Park, en una tarde inolvidable.