Balada lleva al Liceo dos óperas de cámara ambientadas en el Far West

La ópera es puro teatro. Así de claro lo tiene el compositor catalán Lleonard Balada (Barcelona, 1933) que se lanzó al ruedo lírico en 1982 con el estreno en el Festival de Música de Barcelona de Hangman, Hangman (Botxí, botxí!), adaptación libre de una canción popular del Lejano Oeste americano en la línea de los musicales de Kurt Weill. Esta primera ópera de cámara y su continuación, The town of greed (El poble de l'avaricia), inédita en Barcelona, llegan el jueves al Liceo en una sesión doble, en el foyer del teatro, con puesta en escena de Gustavo Tambascio y musical de Álvaro Albiach.

"Cuando escribo una ópera hago teatro", comenta el compositor catalán

El propio Balada es el autor del libreto de las dos óperas que cabalgan juntas en un programa doble que ha tenido su estreno español el pasado mes de octubre en el Teatro de la Zarzuela de Madrid. Su director escénico, Gustavo Tambascio, utiliza algunos elementos de esa producción en la adaptación escénica que ofrece el Liceo en el foyer del teatro en tres únicas funciones, el jueves y el sábado (20.00 horas) y el domingo (18.00 horas).

El montaje, coproducido por el Liceo, la Fundació Caixa Catalunya y el Festival de Ópera de Bolsillo y Nuevas Creaciones, está dirigido musicalmente por Álvaro Albiach y protagonizado por el tenor Marlin Miller, la mezzosoprano Inés Moraleda, el bajo Iván García, la soprano María Hinojosa, el barítono Enric Martínez-Castignani, el bajo Josep Ferrer y, en una colaboración especial, el actor Carlos Canut. La parte instrumental corre a cargo de un octeto de la Acadèmia del Gran Teatre del Liceu.

Las dos óperas comparten la curiosa denominación de "ópera de cámara tragicómica cartoon en un acto". La influencia de las películas de dibujos animados se hace patente, asegura Balada, en "los bruscos cambios de la acción escénica". Musicalmente, las piezas "mezclan técnicas de vanguardia, líneas tradicionales basadas en el folclore y una parte vocal lírica y cantable".

"Cuando escribo una ópera hago teatro, y como autor del libreto y la música, sé lo que quiero hacer escénicamente, controlo la obra en todos sus aspectos", afirma Balada, que en 1989 estrenó en el Liceo Cristóbal Colón, con libreto de Antonio Gala, protagonizada por Montserrat Caballé y José Carreras. "Haber trabajado con Gala y con escritores como Camilo José Cela y Fernando Arrabal me ha ayudado mucho a la hora de escribir mis propios libretos", asegura el compositor, residente en los Estados Unidos desde muy joven.

El protagonista de Hagman, Hangman!, es un personaje ingenuo y soñador, Johny, a punto de ser colgado en la horca por haber robado un caballo. Abandonado de forma patética por sus padres y su novia, salva el pellejo en el último momento gracias a la ayuda de un poderoso capitalista que paga el rescate. En The Town of Greed, Balada retoma los mismos personajes pero 20 años después. "Johnny se ha convertido en un cínico empresario, ha sucumbido al poder del dólar", explica el compositor, que define las dos obras como "una crítica grotesca al consumismo salvaje que nos rodea".

Adaptar parte del montaje madrileño al espacio que ofrece el foyer del Liceo no ha sido tarea fácil. "Hemos dado una vuelta de tuerca a la puesta en escena, combinando algunos de sus ingredientes de otra manera. Usamos algunos elementos emblemáticos de la escenografía de Juan Pedro Gaspar y, afortunadamente, contamos con el magnífico vestuario de Jesús Ruiz, y esperamos repetir el éxito obtenido en el Teatro de la Zarzuela", comenta Gustavo Tambascio, que ha escrito un prólogo para la segunda ópera.