Poner fin a la actuación de grupos ultraderechistas

Un Estado de derecho y con una democracia consolidada tiene que buscar los medios legales necesarios para poner fin a las actuaciones de grupos ultraderechistas que con sus propagandas y con sus acciones auspician asesinatos como el cometido en Madrid por parte de un grupo de skinheads. Hay que ir a la cúpula de los dirigentes que organizan este tipo de actos donde la intolerancia es su manera de ser. Hay que comenzar por prohibir las manifestaciones de estos grupos que incitan a la violencia gratuita y que con sus banderas anticonstitucionales pintan el paisaje democrático. No son hechos puntuales, son acciones que las podemos ver en muchas de las ciudades de nuestra geografía española. Hay que empezar a actuar ya con leyes que castiguen severamente a estos grupos ultras. Ni sus líderes políticos condenan actuaciones tan detestables como éstas.

La contestación está en la Constitución y en la lógica democrática. Según un informe del Movimiento contra la Intolerancia, en los últimos seis años se produjeron unas 4.000 agresiones en más de 200 municipios. Y además se permite que en Internet se constaten más de 100 páginas de grupos racistas y neonazis.