Paradigma del ala moderada del PP

Lo fue todo en el PP, logró la máxima confianza tanto de José María Aznar, que lo fichó en 1996 desde la empresa privada (fue presidente de Ercros), para hacerlo ministro de Industria, como de Mariano Rajoy, que lo colocó en maitines, la cúpula del partido. Pero siempre fue, con Alberto Ruiz-Gallardón, el máximo representante del ala moderada, y eso provocó enfrentamientos constantes. Varias veces amenazó con dimitir cuando le desautorizaba la línea oficial, marcada por la sede central de Génova y en especial por Ángel Acebes y Eduardo Zaplana, de quienes dijo que representaban el pasado en el PP.

Una y otra vez, Rajoy le convenció para quedarse al frente del PP catalán, el agujero negro de la derecha española, donde nunca ha pasado de tercer partido (ahora es cuarto a poca distancia del quinto). Hasta que los resultados en las elecciones municipales y una maniobra de Acebes, según la versión de Piqué, para mostrar quién manda en el PP, provocaron otra crisis. Esta vez Rajoy no le apoyó, y el catalán optó por largarse con una carta pública demoledora: "He trabajado en el seno de un partido en el que no faltan mezquindades y miserias". Tanto Gallardón como el gallego Alberto Núñez Feijóo pidieron a Rajoy que lo recuperara para el PP. Pero Piqué ha preferido volver al lugar de donde salió: el empresariado catalán.