Juicio contra diez acusados de prostituir a seis menores

El caso de presunta corrupción de menores que conmocionó a la pequeña localidad de Baños de la Encina (Jaén) en el verano de 2005 llegó ayer a la Audiencia jiennense. Diez personas son juzgadas acusadas de abusar y prostituir a seis menores, de entre seis y 16 años. Entre los que se sientan en el banquillo de los acusados se encuentran los padres y una tía de los menores. Para ellos y otros siete vecinos del pueblo, la Fiscalía pide una pena total de 283 años de cárcel.

Durante su declaración ante el juez, los padres negaron ayer todas las imputaciones y culparon al carácter "agresivo" y "mentiroso" de los menores, en especial de una de sus hijas. El padre, Antonio D.M., para quien el fiscal pide la pena más alta -62 años por delitos de prostitución de menores, tenencia ilícita de armas, agresión sexual continuada, abusos continuados, dos abusos, agresión sexual y malos tratos- explicó que no tenía conocimiento de que sus hijas se acostaran con otros hombres y que sólo había escuchado rumores, por los que incluso vigiló a uno de los acusados, pero "sin encontrar nada".

Por su parte, la madre indicó que no vio ni se enteró de nada, aunque sí dijo presenciar la oferta de un vecino, que en una feria "enseñó 50 euros" a una de las hijas mientras hacía gestos obscenos "para acostarse con ella", aunque el hombre en cuestión negó posteriormente, al igual que cualquier tipo de abuso, informa Europa Press.

También los vecinos imputados negaron cualquier implicación en los hechos y culparon a las menores -que declararon por la tarde por videoconferencia- de actuar en venganza por no darles dinero.

La familia imputada es de clase social muy baja. La mujer, que llegó hace años a Baños aprovechando la trashumancia del ganado de su familia, tenía tres hijos de una anterior relación, pero poco después la Consejería de Asuntos Sociales le retiró la tutela por su situación de desamparo. Con su actual pareja, que regenta una pensión y trabaja como guarda en un coto de caza, tuvo otros cinco hijos, tres niñas y dos niños, a los que también retiró la tutela la Junta. Fueron las dos hijas mayores, de 16 y 15 años de edad, las que denunciaron los hechos.