El ala más catalanista del PSC no reclamará grupo en el Congreso

Lo pidió con insistencia Pasqual Maragall, lo rechazó José Montilla por "inviable" y, ahora, ni los más catalanistas del Partit dels Socialistes lo ven factible. Al menos a corto plazo. La recuperación del grupo parlamentario del PSC en el Congreso de los Diputados ya no es un objetivo prioritario para los sectores más catalanistas de la formación. Y eso que son los que más han criticado que los socialistas catalanes no hayan tenido voz propia en el Congreso en un caso tan sensible como la crisis de Cercanías, cuando han tenido que defender actuaciones como la de la ministra de Fomento, Magdalena Álvarez. "Cuando se pueda hacer, todos estaremos por el grupo propio, pero ahora no es posible", resumió ayer Raimon Obiols, ex primer secretario socialista y uno de los impulsores de la corriente catalanista del partido.

Obiols no fue el único en pronunciarse en estos términos. Antoni Castells, consejero de Economía y Finanzas, señaló la necesidad de que los socialistas catalanes tengan "voz propia" en el Congreso. Pero preguntado en Barcelona TV por la conveniencia de un grupo parlamentario propio, evitó la polémica. "No debemos ser esclavos de las palabras", dijo.

Obiols ve impedimentos legales a la reconstitución, ahora, del grupo parlamentario. "No existe una mayoría cualificada para modificar el reglamento del Congreso; el PP no lo permite", afirmó. Este argumento legal, sin embargo, es rebatido por algunos juristas, que no ven ningún problema en que se puedan constituir nuevos grupos a media legislatura.

De ahí que otra dirigente del sector más catalanista del PSC, la consejera de Justicia, Montserrat Tura, vea razones más políticas que jurídicas como principales impedimentos. "Con el grado de radicalización del PP actual sería muy difícil hacer entender que el partido del Gobierno no fuera el más numeroso en la cámara". Y es que si los 21 diputados del PSC abandonaran el grupo del PSOE, el PP pasaría a ser el mayor grupo del Congreso. Con todo, Tura llama a no claudicar: "El PSC, desde su carta de constitución, se define como un partido independiente". "Y así debe seguir", dijo.

El PSC perdió su grupo en el Congreso y se unió al del PSOE tras el golpe de Estado del 23-F, en un intento de fortalecer el bloque de la izquierda en la cámara baja. Desde entonces, y al menos de forma oficial, el partido nunca ha abandonado la idea de recuperar el grupo, pero siempre lo ha pospuesto sine die. El Congreso de 2004 renovó el compromiso de recuperarlo cuando se considere oportuno por parte de la comisión ejecutiva del partido. La última vez que Maragall puso el debate sobre la mesa, en verano de 2006, Montilla, entonces aspirante a la presidencia de la Generalitat y primer secretario del PSC, lo calificó de "inviable".