Los socialistas aceptan de Síndic de Greuges a un diputado del PP

José Cholbi Diego (Xàbia, 1938), funcionario de TVE durante el régimen franquista, histórico militante de Alianza Popular, primer vicesecretario nacional del Partido Popular, senador durante una legislatura, diputado nacional en tres legislaturas, diputado autonómico en cuatro y actual vicepresidente de las Cortes Valencianas, será el cuarto Síndic de Greuges, un puesto que, por ley, "es totalmente independiente en el ejercicio de su función y no está sujeto a instrucciones ni a mandato imperativo alguno que provenga de las demás instituciones de la Generalitat".

Cholbi cumple los requisitos exigibles para ser elegido Síndic. Es valenciano, es mayor de edad y está en pleno uso de sus poderes civiles y políticos. Y, sobre todo, cuenta con el beneplácito de los partidos mayoritarios en las Cortes, el PP y el PSPV, cuyos diputados superan las dos terceras partes del pleno que estipula la ley del Síndic.

Cholbi asegura que siempre ha defendido "el humanismo social"

Esteban González Pons, portavoz del PP, anunció ayer el acuerdo alcanzado con Ángel Luna, portavoz del PSPV, para proponer a Cholbi como Síndic y desbloquear la renovación del cargo institucional, pendiente desde que en abril de 2006 expiró el mandato de Bernardo del Rosal, cuyos informes resultaron muy incómodos para el Consell. Luna trasladó la propuesta a última hora de la mañana a la gestora del PSPV, que acogió "favorablemente" el acuerdo y garantizó que los diputados socialistas "respaldarán" la elección de Cholbi. Los socialistas presentaron el acuerdo como "un ejemplo de colaboración con las instituciones", en palabras de Luna, muy alejado del bloqueo institucional que el PP sostiene en el Congreso de los Diputados en contra de la renovación del Consejo General del Poder Judicial.

A media tarde, Cholbi anticipó a sus compañeros del grupo parlamentario que dejará la milintancia del PP de forma "temporal" durante cinco años y por exigencias del cargo, pero que tiene la intención de volver a la política cuando cumpla su mandato.El catedrático Bernardo del Rosal, predecesor de Cholbi, fue elegido con el voto favorable de 79 de los 80 diputados que participaron en su votación. Ejerció con ecuanimidad y su mandato expiró con claros enfrentamientos con el PP. Del Rosal denunció la pasividad del Consell ante los abusos urbanísticos perpetrados con el consentimiento de varios ayuntamientos; se enfrentó a la tramitación del Plan Rabassa en Alicante al margen del plan general; reclamó a Educación que resolviera la sustitución de las bajas de docentes; instó la utilización de anestesias epidurales en todos los hospitales valencianos; pidió estudios sobre los posibles efectos nocivos de la subestación eléctrica de Patraix, y un largo etcétera de gestos y actuaciones que derivaron en un patente enfrentamiento con varias instituciones gobernadas por el PP. Una vez expirado su mandato, todavía reclamó que se prolongara la comisión de investigación parlamentaria del accidente del metro de Valencia.

Emilia Caballero, que ocupa el cargo de adjunta primera al Síndic de Greuges desde septiembre de 1999, ejerce como responsable de la institución de forma interina desde la salida del Del Rosal. Caballero repetirá en el cargo a propuesta del PSPV para un próximo mandato.

Aún no se ha despejado el futuro de Carlos Morenilla, adjunto segundo al Síndic que llegó al cargo a propuesta del PP. Morenilla guarda un parentesco directo con la consejera de Cultura y su vinculación familiar podría aconsejar su remoción.

Cholbi se mostró muy satisfecho ayer por la confianza que han depositado en su persona el PP y el PSPV. El futuro Síndic aseguró que "la indepedencia, la profesionalidad, la objetividad y el trabajo en equipo" presidirán su mandato. "Siempre he defendido el humanismo social", aseguró. "El Síndic es un cargo al servicio de toda la sociedad y especialmente de los más débiles", concluyó.

Cholbi tiene cinco años por delante para demostrar su independencia, pero su designación es sólo el último caso de toda una serie de nombramientos que llevado a diversos cargos del PP a copar puestos de claro corte institucional. Y en todos los casos, con el beneplácito de los socialistas.

José Luis Olivas, concejal de Valencia por el PP, secretario general del partido en la Comunidad Valenciana, consejero de Hacienda, vicepresidente económico y, finalmente, presidente de la Generalitat durante un año, es el caso más sonado por su rango político. Olivas es presidente de Bancaja, la tercera entidad de ahorros de España por volumen de depósitos, desde enero de 2004. Sucedió en el cargo a Julio de Miguel, un hombre propuesto por el PP pero sin vinculación directa con el partido. Josep Cataluña, que era secretario de finanzas del PSPV, fue nombrado vicepresidente de la entidad a la par que Olivas.

Ascensión Figueres, diputada autonómica del PP por Castellón y subsecretaria de la Consejería de Educación, preside la Acadèmia Valenciana de la Llengua desde su creación a finales de 1998. En octubre de 2006 fue reelegida por cinco años.

Pedro García, responsable de comunicación de la campaña que llevó a Eduardo Zaplana a la presidencia de la Generalitat en 1995 y que ejerció como secretario autonómico de Comunicación del primer Consell que presidió Francisco Camps, es director general de RTVV desde julio de 2004.

Marcela Miró, consejera de Educación y de Bienestar Social en equipos de Eduardo Zaplana y luego presidenta de las Cortes, es una de las adjuntas de la Sindicatura de Comptes, la entidad encargada de la fiscalización de las cuentas de la Generalitat. A su lado, Antonio Mira Perceval, que fue presidente de la Diputación de Alicante por el PSPV.

Pedro Ortega, diputado autonómico del PP, asumió hace unas semanas la presidencia del Consell Escolar Valencià. Su nombramiento es el único de los citados que no requiere el refrendo de las Cortes, pero fue acogido como "un timo a la representatividad" por otros miembros del organismo.