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Análisis:A la parrilla
Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

Libros y horario

Tomàs Delclós

TVE estrenó el domingo un programa sobre libros. La buena noticia es que no se emite de madrugada. Pivot vió realmente que todo se acababa cuando los directivos de su emisora deslizaron su bouillon cultural a una hora en la que la mayoría de franceses ya dormían. Él mismo teorizó, muy enfadado, en un libro qué suponía este desplazamiento. Antes, escribió, podía verle uno de esos telespectadores deambulantes, a los que descubría un escritor, una novela... Con el horario tardío, ya sólo estaban ante la pantalla los feligreses del libro.

El problema de Página 2 reside en la falsa idea de que un programa de libros en una buena hora no puede ser un programa sin prisas. Hay temor a lo que dure más de cinco minutos. La prueba de este miedo fue el incomprensible troceado a que fue sometida la entrevista con Ruiz Zafón. ¿Por qué ese extraño suministro en píldoras de la entrevista interrumpiéndola con, por ejemplo, un reportaje sobre las inclinaciones lectoras de Buenafuente? Precisamente lo mejor del programa fue el cierre de esta entrevista en la que el escritor, que escribe la música que le sugieren sus relatos, interpretó al piano un apunte de la misma. Muy trabajado en los detalles, el programa abre secciones apetecibles que luego resuelven con brochazos. Por cierto, Ruiz Zafón también fue el primer invitado del programa Estravagario, fulminado ese verano por TVE y que fueron castigando a la inhóspita madrugada. No se entiende que para abrir un programa de libros se tuviera que cerrar otro (hay más de un concurso y más de una comedieta).

Otrosí. Imagen en la llegada de Sarkozy a Madrid con las azafatas rescatadas. Mientras Zapatero habla, se escucha un móvil. Sarkozy busca en sus bolsillos. Saca el suyo. Era el que sonaba. Se entretiene un rato con él y lo guarda. ¿Quién llamó? La gente importante es la que no va con móvil. Lo administra su séquito. Ya sería el colmo que fuera un detalle estudiado para dar al presidente galo un perfume de cercanía con lo cotidiano.

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