Empresarios y sindicatos, resignados porque "primero va la seguridad"

"Preocupación" y "resignación" se entrelazaron ayer en las reacciones de destacadas asociaciones de empresarios, y también de los sindicatos, tras conocer que Cercanías no recuperará la normalidad hasta fin de mes. Preocupación, por los costes para usuarios y empresas. Resignación, porque admiten que "lo primero es la seguridad".

Entre la preocupación y la resignación, también asomaron sorpresa y crítica. "O se hicieron los cálculos de forma precipitada o han surgido nuevas sorpresas sobre el terreno de las obras, lo que implicaría que la planificación no fue la adecuada y que se desconocía el alcance del problema. Esperamos explicaciones técnicas al respecto", subrayó Miquel Valls, presidente de la Cámara de Comercio de Barcelona. "Primero era una semana y ahora un mes y medio mínimo. Asistimos a una improvisación total", espetó Llorenç Serrano, secretario de Salud, Ambiente y Trabajo de CC OO, que pide medidas como peajes gratuitos o descuentos en la AP-7 y el Garraf, según los casos.

"Claro que nos preocupa que aumenten los costes, pero más que de cargar las tintas en las críticas, es momento de exigir el trabajo bien hecho y seguridad constructiva y a largo plazo", subrayó Antoni Abad, presidente de la patronal Cecot. Abad pidió también información puntual sobre cómo evolucionan las obras.

"Estamos muy preocupados. La alta velocidad es prioritaria, pero Cercanías es imprescindible. El retraso se alarga mucho más allá de lo que habíamos descontado y desbordan unos costes que quisiéramos que se minimizaran", resumió Antoni Cañete, secretario general de Pimec.

UGT, que ayer elevó a 86,8 millones el gasto social por el caos, vio "positiva" la nueva fecha de normalización del servicio "si garantiza la seguridad", subrayó Eva Granados, su secretaria de Política Institucional.