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Reportaje:JOSÉ ANTONIO QUEREJETA

El 'gurú' del Baskonia

José Antonio Querejeta ha conseguido llevar a la élite del baloncesto europeo al club vitoriano con una gestión atípica

José Antonio Querejeta (Lazkao, Guipúzcoa, 1957) ha iniciado este año un trienio de aniversarios. Ha alcanzado la cincuentena, el año que viene cumplirá 20 años al frente del Baskonia y el club celebra en 2009 medio siglo de trayectoria deportiva. Querejeta estudió en el colegio de los Benedictinos de su pueblo, el mismo centro religioso que acoge uno de los principales archivos y bibliotecas del País Vasco, fruto del trabajo de Juan José Agirre. Querejeta recuerda al fraile como profesor, la severidad de su trato. "Todavía hoy,cuando nos reunimos los amigos del pueblo, los compañeros del colegio, no hay comida en la que no nos acordemos de él, porque su dureza es legendaria".

En su primer año como jugador, el club le pagaba la pensión y gastos
"Hay que generar recursos sin depender de terceros"

Quizás la influencia del rigor de los benedictinos se trasluzca ahora en la capacidad de trabajo de Querejeta. Con ella ha conseguido llevar al Baskonia a la élite del baloncesto europeo, al mismo tiempo que triunfaba como empresario.

Su vinculación con el club vitoriano viene de lejos. Empezó tarde a jugar al baloncesto, primero en el Beasain, luego en el Atlético de San Sebastián, hasta que cerró. "Entonces apareció Pepe Laso, que entrenaba al Baskonia y nos fichó a tres: Kepa Segurola, Manu Moreno y yo. Con 17 años me planté en Vitoria y aquí sigo".

Aquel baloncesto de entonces no tenía nada que ver con el actual. "Yo creo que era el único que entrenaba mañana y tarde; el resto de mis compañeros iban al trabajo por las mañanas, ya que como equipo sólo había entrenamiento vespertino". Cuando ingresó en el Baskonia, Querejeta recibía del club el pago de la pensión en la que residía y un poco de dinero para gastos. "Nadie podía vivir entonces del baloncesto".

Pasó luego por el Real Madrid, el Joventut de Badalona y el CAI de Zaragoza, tres equipos de primer nivel en los que fraguó una notable carrera como jugador, a la vez que descubría y asimilaba el mundo del deporte profesional por dentro. En aquellos años ochenta, el Baskonia competía con el Aguilas de Bilbao (luego se llamaría Caja Bilbao) y, un poco más tarde, con el Askatuak de San Sebastián. Cuando Querejeta accede, hace 19 años, a la presidencia del equipo vitoriano, los tres clubes competían en la zona media-baja de la primera categoría de baloncesto. Y, frente a lo que ocurría en el ámbito del fútbol, el Baskonia se mantuvo en la primera división, mientras que los otros dos equipos vascos terminaron por desaparecer.

Querejeta no se pone medallas por su gestión, que ha sido determinante. Para él, la clave del éxito y la permanencia en la élite del Baskonia se encuentra en el tejido social de Vitoria. "Es una ciudad en la que había tradición de baloncesto, aunque el número de abonados no llegaba a los 1.500, en una capital y una provincia con poca población". El primer reto fue ampliar y fidelizar esa base social. Y luego, afrontar una gestión novedosa. "Entendimos que era necesaria una buena organización para intentar crecer en recursos atípicos", comenta.

El primer presupuesto que asumió la directiva presidida por Querejeta rondaba los 100 millones de pesetas (600.000 euros); este año asciende a los 14 millones de euros. En aquel momento, el patrocinador aportaba casi el 60% del presupuesto, mientras que ahora sólo cubre el 12%. "Es decir, que hemos tratado de invertir en otros campos con el fin de generar recursos que sirvan para financiar el equipo sin depender de terceros", explica. Se refiere Querejeta a iniciativas como el espacio de ocio de más de 3.000 metros cuadrados que gestiona el Baskonia en el Centro Comercial Boulevard de Vitoria o el proyecto de ciudad deportiva, de próxima construcción, con una inversión de unos 28 millones de euros.

Competidor en la cancha y los negocios

"Nosotros tenemos que competir con ciudades como Barcelona, Madrid, Atenas o Moscú, desde una Vitoria que no supera los 240.000 habitantes". Así define Josean Querejeta el reto deportivo que asume el Baskonia, con el agravante de que la competición en las categorías inferiores vascas es bastante limitada, un inconveniente para la cantera. "Nuestra apuesta, entonces, pasa por el fichaje de jugadores jóvenes de Argentina, Brasil y los Balcanes, y ofrecerles jugar en otros equipos hasta que les hemos visto en situación incorporarlo".

Lo cierto es que la estrategia ha dado sus frutos y varios de estos jugadores, como Scola o Noccioni, al igual que Calderón o Carbajosa han acabado en la NBA. "Y esa ha sido otra manera de seguir creciendo, con la venta de jugadores, porque si no es imposible", añade.

Querejeta mantiene además una intensa carrera como empresario. "Cuando era joven, el dinero que se ganaba era para vivir, no como ahora que las fichas son millonarias. Siempre estaba la inquietud de que tenía que hacer algo para el resto de mi vida". Así que con 22 años ya empezó a hacer sus pinitos en los negocios, en la hostelería.

"Luego, después de cinco años fuera de Vitoria, regresé y monté las tiendas Gretel", recuerda. "Entonces estaba jugando en el CAI de Zaragoza, vi que se abrían este tipo de tiendas y copié la idea. Fue un poco revolucionar el sistema de venta de la golosina, dignificar lo que hasta entonces era un producto de quiosco". Aquellas tiendas que ahora pueblan Vitoria, Bilbao, o Logroño con el nombre de la protagonista de un cuento de los hermanos Grimm fueron el comienzo de una actividad empresarial que se ha diversificado en otros sectores, como la construcción.

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