Más muertos en las calles de Madrid

Circular por las calles de Madrid es más peligroso este año. Las estadísticas hablan: 46 personas han muerto entre el 1 de enero y el 31 de agosto, según los últimos datos, lo que supone un incremento del 21% con respecto a los 38 fallecidos en el mismo periodo de 2006. El grupo municipal socialista, a través de su presidente, Óscar Iglesias, ha pedido un plan municipal de seguridad vial para atajar el aumento de la siniestralidad. De la misma opinión son algunas asociaciones del ramo automovilístico, mientras que el PP lo justifica porque 2006 fue un año bueno en este sentido.

Todos los índices con la accidentalidad en las calles de Madrid (incluida la M-30) han subido en los primeros ocho meses. El número de siniestros se ha incrementado un 2,41%, al igual que los accidentes con heridos (2,21%) y el total de heridos (2,32%). Cada día se producen en la capital 61 siniestros con intervención policial.

La contabilidad del Ayuntamiento de Madrid sobre la siniestralidad incumple las instrucciones de la UE, que obligó a todas las administraciones a contabilizar como víctimas de accidentes de tráfico a los fallecidos en los 30 días posteriores al siniestro. El Consistorio se limita a las 24 horas siguientes al choque. Un truco contable.

Los colectivos de automovilistas han pedido medidas para acabar con tanta mortalidad. Desde el Comisariado Europeo del Automóvil (CEA, con 165.00 socios en Madrid) piden que la ciudad sea adaptada para la prevención y para la seguridad del peatón, el ciclista y el conductor. "Fallan los pasos de peatones y la señalización vertical en toda la ciudad", dice una portavoz de CEA.

Ciudad segura

"Se han creado nuevos barrios como Sanchinarro, Montecarmelo o la ampliación de Carabanchel y no se han aprobado planes de movilidad para esa zona", añade la portavoz, que recuerda que Madrid quiere organizar los Juegos Olímpicos de 2006. "No se ha apostado por una ciudad transitable y segura", concluye.

El presidente del Instituto de Seguridad Vial de la Fundación Mapfre, Miguel María Muñoz, optó por reforzar la vigilancia y aumentar el cumplimiento de la norma. "Los agentes deben estar más activos, como un valor pedagógico y disuasorio para bajar la siniestralidad", agregó.

El presidente del grupo municipal socialista, Óscar Iglesias, calificó la situación de "muy grave". "No existen respuestas por parte del Ayuntamiento, que encima retira a la Policía Municipal de las labores del tráfico. Es necesario un plan municipal de seguridad vial para reducir los accidentes en Madrid".

Ese plan debería garantizar, según Iglesias, favorecer el tránsito seguro al pasear por las calles, salidas y entradas de los colegios, la prevención de accidentes de tráfico debido al exceso de velocidad que se da en algunas calles. "En definitiva, el Gobierno de Gallardón debe poner en primer lugar al ciudadano".

El coordinador de la Concejalía de Seguridad, Jesús Mora, confirma el aumento de la mortalidad en la capital, pero recuerda a renglón seguido que la cifra ha bajado desde 2000. "Es complicado mantener la cifra de 2006 porque la bajada ha sido muy importante. Fue un año excepcionalmente bueno". Y Mora se apunta una medalla: "La Carta Europea de la Seguridad Vial fija que se debe bajar el número de personas fallecidas en accidente de tráfico en 10 años. Nosotros lo hemos conseguido en seis. Pero de todas formas no estamos satisfechos y seguimos trabajando para hacerlo cada vez más", concluye.

La estadística sólo baja en el caso de los fallecidos por atropellos y por choques contra objetos fijos. En la otra parte del péndulo, han subido considerablemente los vuelcos, las colisiones dobles y las caídas de motocicletas. De hecho, las muertes sobre las dos ruedas se han convertido en un gravísimo problema (implicadas en la mitad de las muertes por accidente) que el Ayuntamiento aún no ha sabido atajar.