Un duelo de guante blanco

El Barça se dio anoche un baño de autoestima de la mano de dos hombres que se sacudieron las sombras de encima: Henry marcó un golazo tras una hermosa jugada colectiva y Ronaldinho, por segundo día consecutivo, volvió a marcar de falta y por partida doble, rescatando su intensidad y su chispa, que parecían perdidas. Pero, seguramente, lo mejor fue que el equipo azulgrana volvió a exhibir su mejor juego colectivo gracias a un Betis desquiciado, que apenas presentó resistencia y que no marca fuera de Sevilla desde la primera salida de la Liga. Las broncas de Frank Rijkaard parece que han surtido efecto, pero es sabido que el Barça gana en casa todo lo que juega. Los problemas básicamente los tiene fuera del Camp Nou.

Iniesta encendió la luz cuando parpadeó y Henry jugó su mejor partido de azulgrana

Tuvo suerte el Betis de no recibir un correctivo mayor. El portero Ricardo fue, sin duda, su mejor baluarte aunque no pudo hacer nada ante los dos goles de falta del gaúcho, el tercero en el último segundo, después de que la pelota se colara entre la barrera defensiva. Pero, antes, Henry lanzó un balón al palo y falló dos goles más cuando se encontraba solo ante puerta y Messi se permitió incluso el lujo de calcar -se le fue por un palmo- la jugada que le consagró como heredero de Maradona. Impecable, con intensidad y ritmo, solo le faltó al Barça afinar su puntería porque su pegada no se correspondió con su juego ofensivo. Enchufado hasta el final, Ronaldinho, muy activo de principio a fin, volvió a aguantar un partido entero con un simbólico gol final e intentó, por primera vez en mucho tiempo, una chilena que un poco más y le cuesta la clavícula.

El Betis frustró al Camp Nou la Liga pasada con un gol de Sobis y los azulgrana, escaldados por su irregular juego de los últimos días, le recibieron con resquemor. Salió el Barça a cámara lenta, como si quiera asentar los conceptos perdidos. Procuró no perder la posición, tener la pelota y presionar sin convicción. Parecía el equipo tan apagado como la grada, pero a medida que pasaron los minutos se apoderó del partido ante un inoperante Betis, se sintió a gusto y empezó a combinar y acercarse a Ricardo. Iniesta encendió la luz cuando parpadeó, ayudado por Henry, que jugó el mejor partido desde que está en el Barça. Dinámico y profundo, situado como delantero centro y arropado en las bandas por Messi y Ronaldinho, el francés se sintió suelto y sin pasar calamidades como cuando juega al lado del banderín. Tiró varios desmarques y suyas fueron las primeras jugadas, incluido un espectacular chut al palo.

Con un Betis absolutamente negado en ataque, y que certificó el porqué de su crisis, el Barça maduró el choque hasta marcar a la media hora un gol magnífico. Xavi recuperó un balón cerca de Valdés y pasó a Thuram quien, muy hábil, ni se inmutó ante la presión bética. El esférico llegó a Valdés, que asistió a Abidal quien, con un control con el pecho, salvó 20 metros con un pase a Toure. Fue entonces cuando Iniesta metió un pase en profundidad para Henry, que, solo ante Ricardo, definió impasible. A excepción de una llegada de Pavone, el Betis no entró en el partido, absolutamente desbordado, con un Babic incapaz de frenar a Messi.

El gol tuvo un efecto balsámico, al punto que pareció dormir el partido. Levantó el Barça el pie del acelerador, pero entonces llegó justo a tiempo Ronaldinho, derribado por Lima en la frontal del área. A su tercer intento, el gaúcho marcó una falta colocando suavemente la pelota por la escuadra. El gol lo dedicó al locutor del Camp Nou.

No se supo nada del Betis y mucho de las constantes incursiones de los azulgrana, que desperdiciaban una a una todas sus ocasiones. Recurrió el equipo de Cúper a las faltas y se llevó unos gritos de mal gusto de parte de la grada, que le cantó "¡A Segunda!". Y en el último minuto, tras otra falta sobre Messi, Ronaldinho metió el tercero mientras el estadio, ya medio vacío, lo celebró coreando su nombre. Gudjohnsen le hizo la ola y el brasileño lo festejó a lo grande, como si quisiera decir a todo el mundo que ha vuelto. Mejora el brasileño, que ya le marcó dos goles de falta al Athletic.

Barcelona 3 - Betis 0