Forlán aprende de sus recuerdos

Hace dos años, el 12 de noviembre de 2005, Diego Forlán sufrió la rotura muscular de los isquiotibiales en la ida de la repesca entre Uruguay y Australia, con un puesto en el Mundial de Alemania en juego. La lesión se produjo en buena parte por el desconocimiento del delantero. Jamás había sufrido un percance muscular. El charrúa, que llegó tocado tras un entrenamiento con el Villarreal, forzó demasiado. La presión de la federación uruguaya fue enorme. Hasta tuvo un desencuentro con el conjunto castellonense. "Nunca había sufrido una lesión similar. El día antes no tenía molestias, pero...", se lamentó el nueve.

Forlán no minusvaloró lo que aprendió ese día en el estadio Centenario de Montevideo. El goleador del Atlético demostró ante el Sevilla (4-3) que tiene buena memoria. De repente empezó a cojear. No siguió una triangulación con Agüero porque no podía correr. De inmediato pidió el cambio. Minimizó los daños. Reyes entró en su lugar en el minuto 24. Ante Australia Darío Silva le reemplazó a los 18 minutos antes de que supiera lo que le pasaba.

Agüero, su socio en el ataque, sufre una contractura y es duda ante el Villarreal

Los resultados de la clínica Fremap confirmaron ayer las sensaciones de Forlán. Estará de dos a tres semanas de baja por una lesión muscular de grado 2 en los isquiotibiales de la cara posterior del muslo izquierdo. Titular indiscutible, no estará en las citas con el Villarreal y el Almería. También podría perderse los duelos de su selección con Chile y Brasil. Otro que será duda el domingo en Vila-real es Agüero, fijo en los esquemas de Aguirre. El Kun sufre una pequeña contractura muscular.

El problema es gordo para el preparador mexicano, que pierde a la delantera oficial del Atlético. Nadie cuestiona su pegada, de las mejores de Europa. Entre los dos suman 10 goles, la mitad de los anotados por el cuadro rojiblanco. Aun así, el club quitó importancia a la lesión de la pareja de Forlán: "Contamos con Agüero ante el Villarreal". De hecho, el primer informe médico, a las 13.30, sólo mencionó las molestias físicas del uruguayo. Con Mista en horas bajas, Aguirre maneja colocar a Maxi o Luis García en la segunda punta.

Al Atlético le costó superar la temprana marcha de Forlán contra el Sevilla. El conjunto de Manolo Jiménez llegó a empatar, gracias a un gol en propia puerta de Zé Castro. "Pero supimos reaccionar", relató Raúl García. El centrocampista reconoció que tres días antes, tras la sufrida victoria en la cancha del Levante (0-1, gol de Forlán), cierta euforia reinaba en el vestuario. "Porque antes se perdían ese tipo de partidos, tan sufridos. Las sensaciones que tuvimos ese día las confirmamos ante el Sevilla, sobre todo después de que nos empataran a dos goles".

El gol de Maxi, el tercero, borró los nubarrones que consumían en dudas a la afición del Manzanares. La jugada llegó tras 27 segundos y una docena de pases. Intervinieron ocho jugadores del Atlético. "Tuvimos paciencia", reflexionó el capitán. "A los contrarios hay que aburrirlos", sentencia Raúl García.