La pelea de Barberá con Acuamed atrasa mejoras en las tuberías

La sustitución de la tubería del agua que reventó este pasado fin de semana en Valencia y dejó sin suministro temporalmente a vecinos de varios barrios de la ciudad, de Quart de Poblet, Mislata y Xirivella, está pendiente de obras retrasadas por un conflicto entre el equipo de gobierno de Rita Barberá, del PP, con la empresa pública Acuamed.

El Gobierno incluyó en el Programa Agua un plan de mejora del abastecimiento de Valencia, y entre las obras previstas figuran la ampliación de la potabilizadora de Manises y su conexión con la ciudad, que ahora se produce por la tubería que se rompió el pasado sábado. La conducción que pasa por Manises y Quart antes de llegar a Valencia servirá como canal de reserva una vez se construya la nueva, más pegada al Turia. El proyecto incluye la renovación de la red que une las potabilizadoras de Manises y Picassent. Desde esta última partirá otra tubería a Valencia por Torrent. Además, Acuamed prevé dos depósitos de regulación para mayor garantía del suministro.

Este paquete de obras implica una inversión de alrededor de 100 millones de euros. Las actuaciones ya están licitadas y pendientes de adjudicación. Acuamed ha decidido ponerlas en marcha a pesar del bloqueo del convenio al que deben estar sujetas, dado que el acuerdo con el equipo de gobierno del PP de Valencia no ha sido posible. El Ayuntamiento rechaza los términos propuestos en relación con la titularidad de los futuros servicios y del coste a repercutir en los usuarios.

La concejal socialista Carmen del Río denunció ayer la falta de modernización de la red del agua.