"Estoy retirado, pero si llega el Manchester..."

"Estoy retirado", asume "con pena" Molina, de 37 años, aunque, añade con una sonrisa que lo delata: "Si llega el Manchester United...". Y recuerda el caso del ex entrenador del Deportivo Arsenio Iglesias, que ya estaba apartado del banquillo cuando le llegó una oferta para dirigir al Real Madrid. Y no pudo negarse.

Pregunta. ¿Le gusta enseñar?

Respuesta. Sí. Es fundamental. A los futbolistas, cuando llegan a Primera, hay que enseñarles muchas cosas. El que cree que lo sabe todo cuando llega, se equivoca.

P. ¿Por qué se ha retirado?

R. No he encontrado un sitio donde me apeteciese jugar. Un proyecto deportivo. Quería seguir, pero no en cualquier sitio.

P. ¿Se va amargado?

R. No, al contrario. En estos momentos era cuando más disfrutaba de ir a entrenar y a jugar. Pero, bueno, es ley de vida. Ya he jugado muchos años a un gran nivel. El Levante me ofreció renovar, pero veía que no se hacían las cosas bien y preferí no seguir.

"Debe haber una razón no futbolística para que haya tantos porteros extranjeros"

P. ¿Qué le gustaría hacer?

R. Me gustaría probar de entrenador. En estos momentos puedo entrenar hasta Tercera. En mayo, haré el curso para jugadores de élite y quiero convertirme en entrenador nacional.

P. ¿Algún recuerdo de aquel día que jugó de interior izquierdo con la selección en Noruega?

R. La gente me lo recuerda constantemente.

P. ¿De qué técnico aprendió más en sus 13 temporadas en Primera?

R. El mejor fue Arrigo Sacchi, en el Atlético. Estuvo poco, no llegó a un curso. En febrero lo echaron porque perdimos tres partidos seguidos. Tácticamente era un fenómeno. Sabía mucho y lo trabajaba. Los entrenamientos no duraban menos de dos o tres horas. Es muy fácil hablar, pero luego hay que trabajarlas como él.

P. No le fue muy bien.

R. Sí, le fue muy bien, lo que pasa es que entonces en el Atlético no había paciencia. Cuando acabó la primera vuelta íbamos segundos, bajamos al quinto o al sexto puesto y le echaron.

P. ¿Quién le animó a jugar fuera del área?

R. Eso fue innato. Siempre me gustó actuar de jugador y de chaval lo hice. Eso me hizo tener unas condiciones que servían para eso. Y luego tanto Benito Floro en el Albacete como Radomir Antic me pedían que estuviese ahí, al borde del área.

P. Otra de sus cualidades fue una personalidad muy marcada. ¿Es necesario?

R. Para ser un buen jugador, y más un buen portero, la mentalidad es clave. Para saber lo que hace falta en cada momento. Y no venirte abajo cuando te critiquen, porque te van a criticar, tarde o temprano. A todos les llega, más de una vez, además.

P. ¿Los mejores momentos?

R. Los títulos. La Liga con el Atlético en 1996 y las dos Copas, una con el Atlético y otra con el Deportivo. Y las dos Supercopas con el Depor.

P. ¿Y el peor?

R. Los dos descensos, con el Albacete y otro con el Atlético.

P. ¿Cuánto tiempo paró por el cáncer de testículos?

R. Tres meses de baja. Todo salió bien y pude volver a jugar al fútbol. Sigo con los controles, pero de momento todo va bien.

P. ¿Qué le parece que los equipos españoles hayan fichado a 13 porteros extranjeros?

R. Cada uno con su dinero hace lo que le da la gana. Pero es extraño, porque en España hay porteros muy buenos. Tiene que haber alguna explicación no futbolística. Cada vez es más difícil encontrar porteros, pero los que hay son buenos porque no paran de ganar títulos en las categorías inferiores. Pero después les deben dar la oportunidad.

P. ¿Observa tendencias en el fútbol español?

R. Hay mucha diferencia entre unos cuantos: Barça, Madrid, Villarreal, Valencia, Atlético y Zaragoza están por encima.

P. ¿Y tácticamente?

R. Lo que más me sorprende es que veo a la defensa muy atrás. Los centrales cada vez están más cerca de los porteros y eso es un error gravísimo.

P. ¿Su favorito para la Liga?

R. El Barça, con diferencia. Ha reforzado la defensa pero su fuerte nunca será eso, sino su ataque. Pasarán apuros porque los defensas están muy solos. Dicen que los italianos son muy buenos, pero lo que ocurre es que defienden todos muy juntos. Con cuatro centrocampistas que les ayudan. Así es más fácil.