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Reportaje:Harley Davison | Nightster XL 1200N | MOTOS

Seducción nocturna

La Harley Nightster reinterpreta la Sportster con un diseño más dinámico y atrevido

EN HARLEY DAVIDSON aseguran que lanzan la Nightster para seducir de noche, que es una moto atrevida hasta rozar la transgresión de algunas reglas, y que tiene carácter deportivo, al menos tal y como lo entiende la marca norteamericana. Así es, según los responsables de Harley, la tarjeta de presentación de la XL 1200 Nightster, que cuesta 10.499 euros y se dirige a compradores con gustos dinámicos, desenfadados y divertidos.

La Nightster presenta algunos cambios en las señas de identidad que han definido siempre a Harley y supone una drástica reducción de los cromados, que sólo se mantienen en los escapes y las tapas de balancines. Así, las llantas son de radios con el cerco de acero en negro mate y lleva una horquilla delantera también en negro con unos fuelles de goma que ocultan las barras y crean un estilo neoclásico.

La carrocería es minimalista y destacan los guardabarros: el delantero, muy pequeño y pegado a la rueda, y el trasero, sin piloto y con la matrícula en la punta posterior, algo poco usual en Harley. Para reforzar su imagen y carácter, la Nightster viene de serie con un asiento monoplaza muy liviano, aunque se ofrece otro biplaza opcional con las estriberas del pasajero. Las luces de posición y freno van en los pilotos de intermitencia, que cumplen las tres funciones gracias a unos diodos (led's) que no se funden. Y la instrumentación sigue la regla de la mínima expresión y sólo incluye un reloj con velocímetro y cuentakilómetros. La única concesión a la modernidad es el antirrobo Smart Security System.

MECÁNICA DE LA SPORTSTER

La Nightster es técnicamente una Sportster XL 1200 y comparte sus elementos más importantes, como motor y bastidor. El primero es un bicilíndrico en V a 45º de 1.200cc que incluye la última evolución de la inyección electrónica ESPFI. Va anclado elásticamente al chasis y destaca por su respuesta suave y su bajo consumo y emisiones. El cambio es de cinco marchas, y la transmisión, por correa dentada.

El bastidor de tubo de acero se fabrica con hierro de las minas de Milwaukee y monta unas llantas de medidas poco habituales: 19 pulgadas delante y 16 atrás. Además recurre a un disco simple de 292 milímetros en cada rueda para parar los 260 kilos que pesa.

SABOR AUTÉNTICO

Basta arrancar la Nightster para apreciar que, a pesar de los refinamientos modernos, es una auténtica Harley. Las vibraciones recorren el cuerpo durante toda la prueba; eso sí, tamizadas por los anclajes elásticos del motor; pero ese cosquilleo que adoran los puristas es una seña de identidad de las Sportster. Los mandos -frenos, acelerador y embrague- son suaves, el cambio sigue la tradición de la marca y resulta rudo y ruidoso, y el puesto de conducción es algo más erguido que el de sus hermanas, con un manillar ancho y plano, el asiento bajo y las estriberas más centradas.

La Nightster destaca por sus cualidades dinámicas y, dentro de las limitaciones de este tipo de motos, muestra un buen tacto al abordar curvas, aunque exige vigilar los avisadores de las estriberas, que tocan el suelo fácilmente. Conducir una Harley es siempre una experiencia diferente, y aunque no se sabe bien por qué, hace que el piloto se sienta también de forma diferente a cuando lleva otra moto. La Nightster es manejable, sus suspensiones responden como se espera y no frena mal, aunque tampoco sobraría un segundo disco delantero.

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