_
_
_
_
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Ex columna

A las ocho y pico de la mañana Francino interrogaba a Aguirre y yo pensaba que doña Espe es, para Rajoy, una Némesis al menos tan perfecta como Hillary resultó para Al Gore cuando éste fue vicepresidente mandando ella; me decía, a las ocho y un pico más de la mañana, que no me extraña que hayan acabado coincidiendo, Gore conformándose con la mutación climática y el señor Mariano, a falta de otro plan, presentándonos a la familia.

Eran ya las ocho y un poco más de pico sobre el pico -porque ya todo sucede mientras va sucediendo- cuando Aguirre dejó a los hombres de su partido hechos un despojo a fuerza de elogiarlos -les escuché crujir en la papelera de "Hoy por hoy"- y fue a por la Fiscalía por no actuar contra el racista de los Ferrocarriles Catalanes que le había puesto los vellos de punta a la presidenta de la Comunidad madrileña. Aguirre, qué grande eres, quise intervenir, pero el reloj de mi pasta de dientes marcaba las nueve y poco después Francino recibía un informe de un su periodista comunicándole por qué la fiscal no se había personado ya que el juez y... ah. Me disponía a embravecerme columnísticamente contra el juez que había puesto al agresor de la adolescente ecuatoriana en la calle con cargos... Y entonces recibí un SMS de este periódico en el que se me comunicaba que la Fiscalía había reclamado al delincuente de la patada. Era aproximadamente mediodía y varios centenares de lectores de la versión digital de este periódico habían opinado sobre el muy violento incidente, quedando en empate el agresor y la ecuatoriana.

Fue cuando me tumbé, agradecida porque esto ya no es una columna vertical, opinativa y fálica, un dedito amenazador y pedante, sino un amable rectángulo horizontal, una maja en bata, una ventana. Un top de topos un punto manta, es decir, un descanso entre tanto cronómetro.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_